La nueva estrategia de seguridad de EEUU enfatiza la lucha contra extremistas locales

La nueva Estrategia de Seguridad Nacional que presentará este jueves la Casa Blanca pondrá el énfasis, entre otras cosas, en la lucha contra los extremistas locales.

En una conferencia en el Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos (CSIS, por sus siglas en inglés), el asesor de la Casa Blanca para la lucha contra el terrorismo, John Brennan, indicó que se ha visto "un número cada vez mayor de individuos aquí en EE.UU. que se ven cautivados por las causas o las actividades extremistas".

La nueva estrategia, la primera del mandato del presidente Barack Obama, "reconoce explícitamente la amenaza a EE.UU. que representan los individuos radicalizados" en el país, agregó Brennan.

"Hemos visto individuos, incluidos ciudadanos estadounidenses esgrimiendo su pasaporte, que viajan con facilidad a refugios terroristas y vuelven a Estados Unidos", indicó.

Brennan aludía así a incidentes como el intento de hacer estallar un coche bomba en pleno centro de Nueva York a principios de este mes, en un atentado del que se responsabiliza al paquistaní nacionalizado estadounidense Faisal Shahzad.

"Esta es la primera estrategia de seguridad nacional de cualquier presidente que integra la seguridad interna como parte de la estrategia de seguridad global", agregó el alto funcionario.

Brennan indicó que la nueva estrategia "será completamente clara sobre la amenaza que encaramos. Nuestro enemigo no es el terrorismo, porque el terrorismo no es más que una táctica. Nuestro enemigo no es el terror, porque el terror es un estado mental y nosotros, como estadounidenses, rechazamos vivir aterrorizados".

En su lugar, apuntó Brennan, Estados Unidos "está en guerra contra la red Al Qaeda y sus afiliados terroristas".

El Gobierno "llevará el combate" contra los extremistas "allí donde tramen sus planes y se entrenen, en Afganistán, Pakistán, Yemen, Somalia y más allá", prometió el alto funcionario, quien no obstante precisó que se usará "la fuerza de manera prudente", reconociendo que a menudo se necesita "usar el bisturí y no un mazo".

La nueva estrategia de Obama, según la Casa Blanca, dejará claro que la seguridad de EE.UU. depende de mantener su superioridad militar en el plano internacional, al tiempo que refuerza las instituciones globales y pone el énfasis en la colaboración con el resto de los países.

Esta estrategia busca romper con la establecida durante el mandato de George W. Bush, que en 2002 declaró la potestad de EE.UU. para lanzar guerras preventivas, una doctrina que haría realidad el año siguiente al invadir Irak.