Descubriendo la pólvora... a estas alturas

   "Si algo ha puesto de relieve la crisis económica y financiera internacional es que en España llevábamos bastante tiempo viviendo muy por encima de nuestras posibilidades. Ha dejado al descubierto, en primer lugar, que en España tenemos uno de los marcos institucionales más prolijos, enrevesados y costosos del mundo desarrollado. Un sistema muy ágil a la hora de producir regulaciones y normativas específicas que tienden a romper la unidad del mercado nacional, y un sistema también muy ágil cuando se trata de incrementar el gasto público. Pero un sistema extraordinariamente rígido cuando se trata de reducir gastos y burocracia. La extraordinaria rigidez e ineficacia de nuestro mercado laboral ha quedado al descubierto. Esta crisis es mucho más grave que la del petróleo.

   No podemos seguir con una estructura administrativa e institucional tan intrincada, prolija y costosa como la nuestra, que apenas tiene parangón en los países más desarrollados: una Administración central, 17 comunidades autónomas y más de 8.000 ayuntamientos que gestionan, en muchos casos, competencias duplicadas y triplicadas. Recientemente, hemos superado la cifra de 3 millones de funcionarios, cuando en 1978 había poco más de 1.300.000 en toda España, y eso que, en 1978, todavía no había ordenadores personales, ni teléfonos móviles ni Internet.

   Ninguna de nuestras universidades está entre las 200 mejores del mundo,. Muchas pequeñas y medianas empresas rentables y solventes se ven abocadas al cierre porque las entidades financieras, particularmente las cajas de ahorro, no les conceden créditos. Ha llegado la hora de decir la verdad a los españoles: serán necesarios muchos sacrificios y muchos recortes como los que ha aprobado el Gobierno. Tendremos que admitir, pese a quien le pese, que la Administración tiene que adelgazar y tiene que ser mucho más austera: tanto el Estado como las comunidades autónomas y los municipios, que de ahora en adelante tendrán que coordinar mucho más sus políticas, sus actuaciones y sus competencias, y mirar cada euro que se gasta como si fuera el último. Van a ser necesarios muchos sacrificios y a los políticos nos corresponde, más que nunca, explicar con claridad a los ciudadanos cuál es la verdadera situación, ofrecer propuestas y huir de la demagogia y del populismo.”

   Estas frases, sacadas del artículo de opinión que publicó un periódico económico el pasado día 27 de Mayo del presente año, es lo que la Presidenta de la Comunidad de Madrid,  Esperanza Aguirre, piensa sobre la actual situación económica. La verdad es que tengo algunas preguntas.

   ¿Si las Cajas son las culpables algo tendrá que ver Caja Madrid de las ruinas de algunas pymes madrileñas?. ¿La “estratosférica” deuda del Ayuntamiento de Madrid, provocada por gasto en inversiones, no por gasto corriente, representa sólo el 5´3% del PIB de la capital (frente al 5´9% de la deuda de la Comunidad de Madrid, o frente al 49´7 del endeudamiento del Estado del todavía presidente Zapatero ) y el recorte, anunciado del gasto en 1.040 millones, es por amplitud de miras, populismo,  demagogía ,o que no ha malgastado el dinero?. ¿Por qué algunos miembros del grupo parlamentario popular y socialista piensa que algunas personas (entre las que me incluyen) somos “non gratas” cuando criticamos que falta en la clase política amplitud de miras y que esto se convierte en insostenible? Me imagino que esos mismos pensarán que ahora “lideresa Aguirre” también será persona non grata.

   El problema es que desgraciadamente muchos políticos piensan que la política es su cortijo y para rendir homenaje a mi paisano recientemente fallecido, Miguel Delibes, piensan que los ciudadanos somos “Los Santos Inocentes”, a Esperanza Aguirre le toca el papel de la marquesa, (pobre de solemnidad y que no llega a final de mes). Que cada vez más son los que quieren ser los señoritos del cortijo. Y que los ciudadanos cada vez somos más Azarías, pero el problema es que los señoritos ya nos han matado muchas “milanas bonitas”.