Con más de 40 grados a la sombra, como anticipo de un verano que va a ser de aupa, a ver quién era el guapo que salía de su casa o de su trabajo, donde el aire acondicionado te daba al menos un respiro en una tarde de calor agobiante. Eso pensábamos algunos a los que, al fin y al cabo, Antares nos cae a menos de 50 metros de nuestro domicilio. El martes, a las ocho y media de la tarde,
Griñán llamadme Pepe, presidente de la Junta de Andalucía, clausuraba el Curso 2009-2010 del prestigioso Foro del Club que preside
Oscar González Barba. Pero ya se sabe que Sevilla es la ciudad de la apariencia y del peloteo y, pese a la caló, allí estábamos todos, a saber, políticos del PSOE, desde la presidenta del Parlamento,
Fuensanta Coves, a
Rafael Velasco, desde varios consejeros y consejeras de la Junta,
Antonio Ávila,
Luis Pizarro, Mar Moreno,
Rosa Aguilar a los máximos dirigentes de la patronal,
Santiago Herrero, y los sindicatos,
Manuel Pastrana y
Francisco Carbonero, y desde el todavía alcalde de Sevilla,
Alfredo Sánchez Monteseirín, con varios de sus concejales como
Fran Fernández,
Gómez de Celis,
Rosa Mar Prieto o
Manuel Marchena al candidato a relevarle,
Juan Espadas. Con la clase política, los empresarios de siempre, esos que no faltan a ninguno de estos saraos del poder en busca de algún mandamás al que pedirle aquello de "¿qué hay de los mío?". Por estar estaba hasta
Paco Lobatón no se sabe si buscando a alguien en particular o trabajándose algún programa en Canal Sur. Y, naturalmente, viejas glorias del socialismo en retirada como
Amparo Rubiales,
Jaime Montaner, Javier Torres Vela o
Quino Galán. La representación de los medios de comunicación locales a su más alto nivel tampoco faltó a la cita de Antares. Directores de periódicos, de radios y de televisiones que cubrieron con amplitud de medios la intervención de
Griñán llamadme Pepe. Tanto que el
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aforo no dio abasto y se llenó hasta el pasillo de acceso al salón de actos donde una gran pantalla retransmitió el discurso en directo como si se tratase del España Brasil del Mundial de Sudafrica.
Y no fue para tanto.
Griñán llamadme Pepe sólo dio algunas pinceladas fuera de lo habitual pese a que los compañeros de la Oficina del Portavoz quisieran vendernos a los medios el discurso como si se tratase del Debate sobe el Estado de la Comunidad. Resumiendo,
Griñán llamadme Pepe dio la acostumbrada lección de macroeconomía europea de la que tanto sabe y tanto le gusta, dijo que los sueldos (aunque no aludió a los de los funcionarios) deben ir a tono con la productividad, habló de la necesaria reforma laboral dirigiéndose a
Herrero e ignorando a los sindicalistas y le dio un toque a las cajas abriendo la mano para que se busquen socios fuera de nuestras fronteras, mensaje que fue acogido con una sonrisa por el presidente de Cajasol,
Antonio Pulido. Es una pena que faltara el de Unicaja,
Braulio Medel o el de Cajasur,
Santiago Gómez Sierra. Y poco más. Vuelta a apostar por la educación (?), la igualdad y la economía sostenible y el anuncio de nuevas medidas anticrisis que aprobará el Consejo de Gobierno andaluz en su próxima reunión. No concretó ninguna y no dijo cuáles van a ser, así que vayan tentándose la ropa por si acaso. Para mí que la cosa va a ir, imitando al modelo catalán, por la subida de impuestos a las rentas altas.
Y si el salón estaba hasta los topes, el patio de Antares, donde se sirvió el posterior coctail de despedida no les quiero ni contar. Ya saben que ésta es la oportunidad de todos los que rondan el poder y medran o sobreviven gracias a él, políticos con aspiraciones incluidos, para acercarse a los corrillos donde el presidente, un consejero o cualquier concejal del tres al cuarto es el centro de atención de una docena de pringaos que buscan el contrato, la subvención o la ayuda para seguir respirando pese a la crisis. Y da vergüenza ajena y es penoso ver como les rien las gracias, se les cae la baba y les dan palmaditas en la espalda, aunque a la salida, en plena calle Antonio Maura repleta de Audis, Mercdes y BMW, les pongan como chupa de dómine.
Y esto es lo que dio de sí la conferencia de
Griñán llamadme Pepe en el Club Antares. Una cosa más, le saludé y me saludó. Sigue pendiente la entrevista que le pedí hace ya más de un mes. A ver si ahora hay suerte...
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