Punto limpio

En el terreno del reciclaje  unos grandes almacenes, donde compro el tóner para la impresora, bajan la guardia y dejan de recoger los cartuchos usados, lo que le obliga al cliente a buscarse un Punto Limpio donde depositarlos. En mis visitas a Colmenar Viejo, municipio situado a 30 kilómetros al norte de Madrid, he visto  anunciado un Punto Limpio en la carretera de Guadalix de la Sierra. Voy un lunes al Punto Limpio de Colmenar Viejo, montado para uso exclusivo de particulares y prohibido para el vertido procedente de empresas,  sin caer en la cuenta de que un Punto Limpio tiene mucho de museo y de que, por tanto, por ser lunes, como el museo del Prado, está también cerrado al público.

Un amable empleado me permite pasar, verter los cartuchos y, de paso, me enseña los contenedores para 27 tipos de residuos. Me da un impreso que informa de los tipos de residuos que se pueden verter, de la cantidad máxima admitida, e incluye unas observaciones muy útiles. Por ejemplo, la cantidad máxima admitida de medicamentos es 5 kilos. La cantidad máxima de aerosoles es 10 unidades. Se pueden tirar hasta 60 kilos de escombros. En ordenadores y frigoríficos, la cantidad máxima admitida es una unidad. Tecleo en Google “Punto Limpio Comunidad de Madrid” y me entero de que  hay puntos limpios fijos y móviles.

Y así me hago con los puntos de parada y los horarios – dos horas de mañana o de tarde – del Punto Limpio Móvil del Ayuntamiento de Madrid correspondiente al distrito madrileño en el que resido. El nivel de reciclaje es otro índice importante del grado de civilización municipal. Durante años se decía aquello de “Por el Imperio hacia Dios”. Hoy podríamos decir: “Por el reciclaje de los residuos hacia una nariz sin venenos”.

www.ramonirigoyen.com