Zapatero dio la 'orden' de no atacar a los sindicatos

La preocupación que reina en el Gobierno y en las filas del PSOE ante la -cada día más posible- convocatoria por parte de los sindicatos mayoritarios, UGT y CCOO, de una huelga general, ha desencadenado un temor mayor entre los socialistas: que las relaciones con UGT y CCOO se tensen hasta romperse, lo que sería un problema añadido para Zapatero al que le espera un trimestre 'fino'.

Sin embargo, según cuentan a nuestro diario diputados del PSOE, aunque prácticamente todos en el partido y en el Gobierno están en total desacuerdo con la convocatoria de huelga ya que en eso coinciden con lo que los empresarios han expresado en alto -“el país no está para huelgas”-, no se va escuchar ni una sola voz alzarse en contra de las centrales sindicales.

Fue el propio Zapatero quien dio la consigna en la reunión que celebró el pasado lunes la Ejecutiva del PSOE. El presidente marcó el camino por donde deben ir todas las declaraciones en relación a la actitud de los sindicatos y sobre las movilizaciones que están preparando como rechazo a las medidas que, por decreto, está imponiendo el Gobierno. Todos deben mostrarse “comprensivos”, asegurar que "respetan" sus decisiones y no atacar a sus dirigentes con los que, pese a todo, no se han roto los puentes, aunque las relaciones, evidentemente, ya no son como antes.

Así lo hizo Zapatero en la reunión con la dirección del PSOE, y la misma senda siguió la Consejera de Presidencia y portavoz de la Junta de Andalucía, Mar Moreno, en un acto público el miércoles en Sevilla en el que, lejos de mostrar su enfado con las centrales, llegó a decir que “lo menos para despachar esto -los decretazos del Gobierno contra los recortes-  es una huelga”.