Seguimos malgastando

-Tengo la oficina en Condesa de Venadito pero me voy a cambiar a otra en Serrano.

-Ah qué bueno, te vas para el centro, bueno, lo malo es que ahora tendrás que poner el dichoso papelito de la hora…

-Ah, no, no, para nada, si yo tengo chófer, además el edificio tiene muchas plazas de parking

-Es verdad, chica, se me olvidaba, qué suertuda eres, yo, sin embargo, como trabajo en Recoletos, no me queda más remedio que ir siempre en el tren, pero funciona muy bien eh…¿oye, y para cuándo te cambias? porque podremos comer algún día que otro juntas…vamos a estar muy cerquita…

-Uy hasta dentro de casi dos años, nada, ya sabes como son los paletas con las obras…hay mucho que reformar (baja la voz y habla bajito) nos vamos a gastar doce millones de euros…

-¡¡¡Ostias!!! Uy perdón, casi dos mil millones de pelas!!! ¿Qué fuerte, no?

Ahora en serio. Los derechos de la mujer y la defensa de los mismos son cosas muy serias que nadie en su sano juicio pone en solfa. La ley de Igualdad, que no está haciendo decrecer la muerte de mujeres a manos de sus maridos no funciona pero eso no significa que debamos cerrar el chiringuito. Las ayudas a mujeres maltratadas en forma de mayor protección, ayuda jurídica, casa de acogida, pulseras, policías que las custodien…todo es poco si se salva con ello una sola vida. Así cueste un dineral. Al menos yo así lo veo porque las personas son siempre más importantes que las cosas. Y las vidas no tienen precio.

Ahora bien, las estupideces, las demagogias y el jugar a los políticos son cosas muy distintas. Señora Seara: si es usted millonaria y además sus impulsos por la vida vienen motivados por un carácter altruista y de ayuda a los demás, aplaudiremos todas y cada una de sus iniciativas. Incluidas las de serigrafiar mapas de clítoris con hilos de oro si ése es su gusto. Pero con el dinero de todos y muy concretamente con el dinero que está en sus manos para ayudar a mujeres que realmente lo necesitan, ni una sola broma. Su oficina actual está de perlas, la zona de Condesa de Venadito tiene ahora mucho menos ruido que la de Serrano (por las obras) y estará usted mucho más a gusto en silencio para reflexionar.

Haga usted el favor de recular. Utilice ese dinero, que es muchísimo, para dar ayudas, para crear nuevos centros de acogida, para fomentar que haya más mujeres que den el paso de irse de sus casas si sus maridos las canean, pero no se me ponga ahora de reformas que no está el horno para bollos.
Por favor practique la honestidad y no malgaste el dinero. Por Nosotras, por ellas. Sea usted razonable

Esto es una recreación de una conversación. Es fácil pensar por lo dicho en el texto y los datos ofrecidos que se trata de dos mujeres, que ambas viven y trabajan en Madrid y que, al menos una de ellas, tiene un buenísimo trabajo, con chófer incluido y que su empresa tiene mucho dinero. O ella misma es la dueña de la empresa y tiene mucho dinero. Y encima lo cuenta (lo que no se sabe qué es peor).

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