La región se suma así a una tendencia generalizada en todo el país que, en conjunto, registró un descenso del 5 por ciento en el número de nacimientos. Sólo en Asturias aumentaron los nacimientos, aunque sigue siendo la comunidad con menor tasa de natalidad.
De los más de 5.500 pequeños nacidos en Cantabria el pasado año 2.865 fueron niños y 2.679 niñas. De ellos, el 12,37 por ciento eran hijos de madre extranjera.
La tasa bruta de natalidad se situó en la región en 9,59 nacimientos por cada mil habitantes, por debajo de la media nacional (10,73) y entre las cinco más bajas del país, junto con las de Asturias (7,86), Castilla y León (8,16), Galicia (8,27) y Canarias (8,97).
Al descenso de los nacimientos en Cantabria se sumó un aumento de las defunciones, con 5.643 fallecimientos el pasado año, un 2,19 por ciento más que en 2008. El resultado es un saldo vegetativo negativo, es decir, la región pierde población, en concreto, 99 personas.
Sólo en otras cinco comunidades se registraron crecimientos vegetativos negativos, mientras en el cómputo nacional se ganaron algo más de 109.000 habitantes. Al igual que Cantabria, perdieron población Galicia (-7.580), Castilla y León (-6.312), Asturias (-4.467), Aragón (-157) y Extremadura (-24).
La tasa bruta de mortalidad fue en 2009 de 9,76 fallecimientos por cada mil habitantes, frente a una media de 8,35 en España.
El Movimiento Natural de la Población muestra también un descenso del número de matrimonios en la región. En 2009 se registraron 2.763 enlaces, 200 menos que en el año anterior, lo que implica una disminución del 6,74 por ciento.
Pese a ello, Cantabria presenta una de las tasas de nupcialidad más altas del país, con 4,78 matrimonios por cada mil habitantes. Sólo superan ese índice las ciudades autónomas de Ceuta (5,41) y Melilla (5,61) y Asturias (4,81). En el conjunto nacional la tasa fue de 3,83 matrimonios por mil habitantes.
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