Para ello, aconseja tomar agua abundantemente, mantenerse en lugares frescos y evitar los esfuerzos físicos en las horas en las que el calor aprieta más.
Es conveniente, según Salud, permanecer fresco, ya sea por medio de duchas, baños o sistemas de ventilación y climatización. Asimismo, se recomienda evitar salir a la calle en las horas más calurosas del día, poniendo especial cuidado en protegerse del sol y buscar las sombras.
Estas medidas, ha apuntado el departamento, se deben extremar con niños, enfermos y personas mayores, con las que conviene contactar al menos dos veces al día para asegurarse de que se encuentran en buen estado de salud.
Las altas temperaturas pueden producir problemas de salud como deshidratación, calambres, agotamiento o un golpe de calor, que da lugar a una temperatura corporal de 39 grados o superior, dolor de cabeza, confusión y pérdida del conocimiento. Estos síntomas, que se producen por una sobrecarga del sistema habitual de control de temperatura del cuerpo, se pueden prevenir asegurando que éste se mantenga fresco.
En cualquiera de los supuestos anteriores, la persona que los sufra deberá recibir inmediatamente atención sanitaria.