La mayoría de los estadounidenses pierden la confianza en Obama

Ya faltan menos de cuatro meses para una nueva cita con las urnas en las elecciones legislativas de mitad de mandato en Estados Unidos y las últimas encuestas publicadas por algunos medios de comunicación han hecho saltar todas las alarmas en la Casa Blanca.

Las cosas han cambiado, y mucho, desde que Barack Obama hizo historia al ganar las presidenciales del 2008 y convertirse en el primer negro en instalarse en la Casa Blanca. Mucho tenía que ver el hartazgo de la gente tras dos mandatos consecutivos de George Bush.

Entonces seis de cada diez estadounidenses confiaban en su nuevo líder, con su mensaje de cambio y esperanza. Ahora el desgaste provocado por la crisis y el debate sobre la reforma sanitaria han situado la aprobación presidencial en el el 50%.

Un nuevo sondeo del periódico The Washington Post y la cadena de televisión ABC asegura que seis de cada diez estadounidenses han perdido la confianza en Obama y dudan que tome decisiones acertadas para resolver los grandes problemas del país.

La crisis pasa factura al presidente

Es la situación económica lo que más está perjudicando la imagen del presidente entre la población. La mayor parte de los encuestados (el 54%) cree que Obama no está gestionando bien la salida de la crisis, frente a solo un 43% que apoya las medidas que está adoptando.

Son muchas las lecturas que se pueden hacer de esta nueva encuesta, y seguro que en el entorno presidencial han tomado buena nota del creciente malestar entre los votantes demócratas, ya que una tercera parte considera que la Administración Obama podría hacerlo mejor.

Otro de los sectores considerados clave desde el punto de vista electoral son los votantes independientes, que ayudaron en las elecciones del 2008 a llevar a Obama al 1.600 de la avenida Pensilvania y que ahora también están perdiendo la confianza en el presidente.

Todavía peor parados salen en el sondeo los legisladores estadounidenses sin importar el partido al que pertenezcan, la mayoría de los cuales se jugarán su cargo en los comicios de noviembre. Solamente un 26% de los electores tiene claro a qué candidato votarán.