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"A mí nadie me hace la crisis de Gobierno", dijo ZP tras una filtración periodística

Zapatero medita hacer una gran crisis de Gobierno para el 20 de agosto

Zapatero medita hacer una gran crisis de Gobierno para el 20 de agosto

jueves 29 de julio de 2010, 14:11h
"A mí nadie me hace la crisis de Gobierno", dijo Zapatero, y el previsto cambio de ministros se frustró, quedó en papel mojado. Era la semana del 14 al 20 de junio, a punto de terminar la Presidencia española de la UE, y una filtración interesada desde las filas socialistas y un comentario periodístico irritaron al presidente, que dio marcha atrás en la crisis de Gobierno que planeaba para primeros de julio, antes del debate sobre el estado de la Nación. Ahora, pasado el enfado, Zapatero medita un gran cambio ministerial y hay quien apuesta que lo anunciará en el Consejo de Ministros extraordinario del 20 de agosto.

Según fuentes socialistas, a mediados de junio Rodríguez Zapatero barajaba una crisis ministerial inmediatamente después de dejar la Presidencia de la UE y antes del debate sobre el estado de la Nación. Era una forma de afrontar un nuevo periodo: primero, presentándose al debate con un nuevo equipo, y segundo, cambiando de políticas y de programas de cara al nuevo curso legislativo.

Pero hubo una filtración, que hablaba de que pensaba nombrar vicepresidentes a los actuales ministros de Fomento, José Blanco, y de Defensa, Carme Chacón, y todo se fue al traste: "A mí nadie me hace la crisis de Gobierno", dicen que dijo Zapatero, y acto seguido llamó a la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, y la confirmó en el cargo. Hizo lo propio con otros miembros del gabinete.

La irritación de Zapatero tuvo que ver entonces con un comentario del director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, en su billete dominical. El 13 de junio, bajo el título "A Jano bifronte no han dejado de zumbarle los dos oídos toda la semana", el periodista escribía lo siguiente:

"Hablemos claro. Zapatero no puede comparecer en el Debate sobre el estado de la Nación sin formar un Gabinete de Guerra de no más de una docena de personas. Del equipo actual sólo De la Vega, Rubalcaba, Blanco, Miguel Sebastián, Trinidad Jiménez y tal vez Chacón -que cubre el flanco del PSC- están a la altura del desafío. Lo ideal hubiera sido que se tratara de un gobierno de coalición pero la cercanía de las elecciones lo impide. Lo siguiente mejor a eso es incorporar a un par de pesos pesados del partido, un par de jóvenes promesas con gancho y otro par de independientes de prestigio hasta moldear un gobierno meritocrático más de centro que de izquierdas. Sólo así podrá Zapatero pronunciar el "no nos rendiremos nunca" sin que nos entre la risa floja".

Días después, el 18 de junio, una filtración al citado diario afirmaba que Zapatero estaba realizando consultas de cara a una crisis de Gobierno, que personas de su entorno le pedían incorporar a pesos pesados como Javier Solana o independientes como Guillermo de la Dehesa, daban por hecho que Elena Salgado dejaba la Vicepresidencia Segunda y que Blanco y Chacón entraban como vicepresidentes.

Fue la gota que colmó el vaso y que hizo estallar a Zapatero con su citada frase "A mí nadie me hace la crisis de Gobierno". Los planes barajados, en los que parece que se incluían una reducción de Ministerios y cambios en las Vicepresidencias, se frustraron, Zapatero llegó al debate sobre el estado de la Nación con su mismo equipo y aplazó la crisis hasta… después del verano.

¿Qué hacer con Elena Salgado?

Ahora, según medios socialistas, las cosas han cambiado. Zapatero tiene este verano para meditar en relación a las presiones que está recibiendo desde dentro y desde fuera del Partido Socialista, no sólo para quite o ponga ministros, sino también para reducir el Gobierno en el sentido que le han instado dos resoluciones del Congreso de los Diputados, soltar 'lastre', incorporar a personas con peso político y técnico en el nuevo equipo y cambiar programas y políticas.

De momento, con las últimas decisiones adoptadas por el Ejecutivo ha quedado prácticamente vaciado de competencias el Ministerio de la Vivienda, cuya titular, Beatriz Corredor, tuvo que soportar -lógicamente- palabras poco amables de las Comunidades Autónomas en la reunión en las que les anunció que se iban a retirar las ayudas para la compra de viviendas. Es un Ministerio 'desahuciado', dicen en el propio seno socialista, pero no es el único que está en la picota: a Corredor -a quien algunos ven como candidata en Madrid, bien en la Comunidad Autónoma o para la Alcaldía- la acompañan González-Sinde y su fantasmagórico Ministerio de Cultura, o hasta la Bibí Aído y su despachito de Igualdad.

El problema principal, dicen, es qué hacer con la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, una excelente técnica y una muy bien mandada ministra de Economía, pero sobre la que cae -lógicamente también- todo el peso de la culpa de las políticas económicas seguidas por el propio ZP. Además, como cita Fernando Jáuregui en su blog "Cenáculos y Mentideros", "la vicepresidenta Salgado lleva poco más de un año, abrasador eso sí, en el cargo, tiene algunos enemigos en el Consejo de Ministros, pese al sólido apoyo de Pérez Rubalcaba, y ha de lidiar, con muy escasa cuadrilla, con toros muy complicados y peligrosos. Pero, si Zapatero la sustituye, ¿por quién? El banquillo es escaso…".

La posible crisis de Gobierno será un tema que, sin duda, se le planteará este mismo viernes a Rodríguez Zapatero en su comparecencia ante la prensa para hacer balance del curso político que termina. Probablemente, Zapatero tirará balones fuera, pero hay quien opina que dedicará estos días de descanso a hacer gestiones y presentar una gran remodelación en el Consejo de Ministros extraordinario convocado ya para el viernes 20 de agosto. Veremos.


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