Guayaquil se despertó este martes con la ilusión de revivir las participaciones internacionales del Barcelona en 1990 y 1998 (subcampeón de la Copa Libertadores). Las camisetas amarillas eran parte del paso acelerado de los porteños en el cetro de la ciudad más grande del Ecuador.
Sin embargo, los toreros cayeron por 0-1 ante Peñarol en el partido jugado la noche de este martes en el Estadio Monumental. La ilusión de seguir a la tercera parte de la Copa Suramericana se disipó un poco.
El único gol del partido llego a los 59 minutos tras un potente remate de Aguirre Garay desde el sector derecho y con complicidad del zaguero José Luis Perlaza, a quien se le acredito el autogol.
Alrededor de 25 mil hinchas barcelonistas no dejaron de alentar a su equipo, aunque el destino les deparaba un resultado negativo.
El recién ingresado Luis miguel Garcés fue expulsado al minuto 82. Además, los uruguayos supieron jugar sin balón: quema de tiempo y contra la desesperación del conjunto local, producto de ello el golero Sebastián Sosa recibió tarjeta amarilla para alejar el compromiso.
Fabián Estoyanoff recibió la tarjeta roja al minuto 85, con lo que quedaron con diez jugadores en cada equipo. Asimismo, el árbitro venezolano Juan Soto amonestó con cartulinas amarillas a cinco jugadores del Barcelona y a cinco del equipo visitante.
Pablo Palacios intentó atacar por la banda derecha. Se cayó en el área. Reclamó penal inexistente (86 minutos) y la suerte estaba echada. Tres puntos de oro se llevaron los “albinegros” a Montevideo donde esperan al cartel guayaquileño en el partido de vuelta.
Al final hubo cuatro minutos de reposición que de nada alcanzaron al argentino Juan Manuel Llop, que perdió el duelo con su colega charrúa Manuel Keoseyan.
Tras del pitazo de Soto, miembros del cuerpo técnico y jugadores amarillos fueron reclamar por una mano no sancionada de Peñarol en el área. El penal que pudo salvar un punto para el Barcelona.