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La accidentalidad vial en el país

La accidentalidad vial en el país

sábado 04 de septiembre de 2010, 20:05h

Los accidentes viales han dejado de ser tales en el país, debido a la frecuencia con que se producen, al extremo de que se han constituido en mal endémico; tan es así la situación que el Ecuador ocupa el nada honroso segundo lugar en accidentalidad vial en América Latina.

Las calles y carreteras se tiñen de sangre, las páginas de nuestros periódicos se llena de noticias trágicas y muchas de las familias ecuatorianas se enlutan recurrentemente porque el fenómeno se ha convertido en una pandemia.

Mirando las cifras, es claramente perceptible lo siguiente: si comparamos las defunciones por accidentes de tránsito con los homicidios, podremos darnos cuenta de la magnitud del problema que tenemos: si en el año 2000 las defunciones por accidentes de tránsito fueron 2 050, diez años después, es decir, en el año 2009, llegaron a 3 212 personas. Esto quiere decir que, en esta década, se ha producido un crecimiento del 36%.

Respecto de homicidios en el mismo período, tenemos que en el año 2000 fueron 2 086 las personas fallecidas, cuestión que para el año 2009 se incrementaron a 2 625; lo cual significa un crecimiento del 21% en la década.

Claramente las defunciones por accidentes de tránsito son un problema superior al de los homicidios, no solamente porque en números absolutos son mayores, sino también -y esto es lo más grave- porque en el ritmo de crecimiento de los mismos tiende a ser superior a los homicidios. Pero no solo estos datos son preocupantes; también están los porqués ocurren los mismos, los cuales pueden ser identificados en los siguientes renglones.

En primer lugar, las fallas del conductor por impericia, embriaguez, cansancio, imprudencia e irrespeto de las normas, que representan una cifra del 73%. En segundo término, están las fallas provenientes del vehículo, como son los frenos, las llantas y la vetustez. Y un tercer punto se refiere a las condiciones de la vialidad, como son el mal trazado, la señalética y el estado de las vías. Sin embargo, esta culpabilidad del conductor debe ser relativizada, en tanto lo que ocurre es que los sistemas de información que miden la accidentalidad vial están metodológicamente diseñados para que los conductores se conviertan en los "chivos expiatorios" de los accidentes viales y, por tanto, de las defunciones. Rara ocasión una empresa o cooperativa es sancionada.

¿Qué es lo que está atrás de la accidentalidad vial? Principalmente, un modelo de gestión del transporte totalmente caduco y nada moderno, que conduce a la sobreexplotación de los choferes por ampliación de las jornadas laborales, los sueldos bajos, la carencia de afiliación al seguro social, las presiones por los horarios y el incumplimiento de las normas. Pero también empresas y cooperativas poco claras, porque no cuentan con caja única para el manejo económico, tienen unidades de transporte caducas y con bajo mantenimiento y sus modalidades de operación son tremendamente artesanales. A ello, se suma la autoridad pública del sector, que no hace cumplir los instrumentos legales existentes, con lo cual su función rectora se viene abajo.

Artículo de opinión tomado del diario Hoy.

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