La muestra de arte contemporáneo 'Aquí y ahora' mostrará a partir de mañana y hasta el próximo 22 de julio en la Sala de Exposiciones Alcalá, 31 la visión de 21 jóvenes artistas sobre la actualidad creativa española. Para ello se han seleccionado las obras más representativas de las prácticas comunes en el arte de hoy, en el que la fusión de géneros, estilos, técnicas, soportes y materiales, hacen inútil cualquier intento de categorización o clasificación.
Se trata de propuestas lúcidas que no se dejan llevar por las modas, lo decorativo o las obviedades. Así, en el recorrido por las dos plantas de la Sala Alcalá 31, se puede apreciar, desde la especulación videográfica de Amparo Sard; a las animaciones inquietantes de Vicente Blanco; de las visiones metropolitanas de Sergio Belinchón; la deambulatio peregrinatoria de Gabriel Díaz; o la escultura geométrica y sutil de Clara Carvajal.
La fotografía también está muy presente en esta muestra, ya sea desde el "punto de vista" de Anna Malagrida; o los artificios de Manolo Bautista, que llega a hacer que una lancha fuera borda atraviese una habitación. Los "tableaux vivants" que Linarejos Moreno compone en una atmósfera fabril, revelan su voluntad de condensar narraciones inquietantes.
Otro importante núcleo de artistas recurre al vídeo para dar cuenta de sus obsesiones. Así, Cristina Lucas alegoriza al sujeto en un viaje espacial en el que la ingravidez es el reverso de la pesadez de nuestro mundo; Miguel Soler compone una irónica coreografía con pistolas y disparos evitando la truculencia de tanta "estética violenta"; Nùria Marqués focaliza la problemática del sujeto en la desaparición del cuerpo por el cabello femenino; mientras que Arturo Fuentes crea, en Vid, una alegoría de la vida misma como una búsqueda permanente de significado, ese Da-sein que se configura como proyecto en medio de la angustia del no-ser.
Como toda exposición colectiva de arte contemporáneo, las instalaciones tienen también un alto grado de protagonismo. Holga Méndez, por ejemplo, crea una suerte de paraíso elevado a una dimensión onírica; Nuria Fuster participa con una obra que ella misma califica de "wagneriana" (integrando vídeo y referencias arquitectónicas); y Yolanda Tabanera convierte esta exposición en un bellísimo jardín de plantas de cristal.
Juan Carlos Bracho, con su intensa práctica del dibujo expandido, marca el espacio al mismo tiempo que nos obliga a reparar en las huellas del tiempo, en la dimensión del sujeto implicado en el trabajo. En Aquí y ahora, no falta tampoco la pintura a través de los paisajes, mezclados con lo arquitectónico de Regina de Miguel o con los cadáveres en la morgue de Andy Warhol y Sotine que Kepa Garraza pinta con perversa morbosidad.
Sofía Jack, por su parte, con su habitual sutileza, nos introduce en un mundo microscópico, tan frágil como una burbuja de cristal; y Carolina Silva deja que sobre una batería de papel de arroz y bambú de un blanco intenso caigan gotas de tinta, en una suerte de profanación que es tanto visual como sonora. Por último, Jaime Pitarch, lúcido agitador del "criadero de polvo" duchampiano, arroja lo escrito o lo manchado a ese borde que inquieta al pensamiento.
Además, como sucede con todas las exposiciones organizadas por la Consejería de Cultura y Deportes de la Comunidad de Madrid, la entrada es gratuita. Por otra parte, como es habitual en esta sala, los sábados en horario de 12 a 14 horas y de 18 a 20 horas y los domingos de 12 a 14 horas se realizarán visitas guiadas por la sala.
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