¿Ha renunciado la Junta al recorte de empresas y fundaciones públicas?

Casi al límite del plazo de que disponía, ayer el Consejo de Gobierno de la Junta dio por fin “luz verde” a la fusión de Caja España y Caja Duero. Por más que para algunos se haya retrasado más de lo aconsejable, a la postre  era la crónica de una aprobación anunciada. Tan descontada estaba que ambas cajas no han esperado al plácet de la Junta para comenzar a cerrar sucursales conforme a lo previsto en el plan estratégico de la fusión.

Cuatro consejos de gobierno después de las vacaciones de agosto, de lo que se sigue sin tener noticia es de la “reducción y reestructuración de entidades instrumentales” anunciada por el presidente Juan Vicente Herrera  durante el Debate sobre el estado de la comunidad celebrado el pasado mes de junio. Habida cuenta de que ello se presentó como una de las medidas de ahorro a aplicar “de forma inmediata”, lo normal es que ese recorte en empresas, fundaciones y demás “sector público” de la comunidad se hubiera producido antes del paréntesis vacacional. Pero no fue así. Y son ya más de dos meses y medio los transcurridos desde aquel anuncio presidencial.

Ante ello “El topillo”, que no todo lo sabe, se pregunta y pregunta a quien corresponda si dicho compromiso se mantiene, o si por el contrario, ha decaído y ha pasado a beneficio de inventario. A solo ocho meses de las elecciones autonómicas, hay quien piensa que a estas alturas no tiene mucho sentido hacer cambios en el organigrama de la Junta. Podría ser un argumento para justificar la marcha atrás. Pero el hecho es que el asunto ha caído en un limbo informativo, sin que nadie aclare nada al respecto.