Zapatero sigue sin reconocer que en Afganistán estamos en guerra y no pone fecha de salida

No ha habido ningún anuncio espectacular; tampoco se esperaba. El presidente Rodríguez Zapatero, obligado a comparecer en el Congreso de los Diputados para hablar de Afganistán a petición de los grupos de la izquierda real de este país, ha concluido que “debemos permanecer en Afganistán, asumiendo las actuales responsabilidades, mientras sea necesario, mientras estén en peligro la seguridad del país y de la región, la seguridad global y la seguridad de los españoles… Quiero que la Cámara sepa que nuestra determinación al respecto es firme, inequívoca”.

Así respondía Zapatero, desde su intervención inicial, a las peticiones de IU-ICV, ERC y BNG para que España retire su contingente militar del país afgano. Todo lo contrario. Zapatero ha dicho que “a pesar de las dificultades, estos esfueros y sacrificios contribuyen a hacer el mundo más seguro y a proteger a los españoles de amenazas que ya nos han golpeado muy dolorosamente en el pasado”. Es decir, parecidas palabras a las que utilizó el ex presidente José María Aznar para llevar a España a Afganistán e Irak.


Situación de inseguridad

Si bien Zapatero no ha reconocido la realidad de la ‘guerra’ que allí se libra, sí ha hablado, sin embargo, de la situación de riesgo que viven los cooperantes civiles y las tropas españolas. “Los soldados españoles están dando protección a la población civil, evitando nuevas víctimas”, dijo el presidente, para señalar luego que, efectivamente, “trabajan en un escenario de violencia y de conflicto, un escenario bélico peligroso para nuestras tropas y para el personal civil desplazado”.

Ese “escenario bélico peligroso” es el causante del atentado del pasado 25 de agosto, en el que murieron dos guardas civiles. Sin embargo, Zapatero ha revelado a los diputados que por ese asesinato ya hay cuatro arrestado afganos. En total, 93 militares españoles han perdido la vida en Afganistán desde el inicio de la misión en tiempos de Aznar y apoyado por Zapatero.

Zapatero desarrolló su exposición inicial en tres puntos: por qué estamos en Afganistán, la labor allí de las tropas españolas y los escenarios de futuro. En este sentido, y en respuesta a las peticiones de la izquierda no socialista de retirada de tropas, el presidente recordó que estamos en suelo afgano por mandato de la ONU y bajo el paraguas de la OTAN y que nuestro contingente forma parte de un ejército compuesto por militares de 46 países. Es decir, que “estamos en Afganistán por la seguridad internacional y por la seguridad de España” y así vamos a seguir.

Una misión, por cierto, que desde su inicio en 2001 nos ha costado a los españoles 1.900 millones de euros como contribución a la ISAF, de los 220 millones se han gastado en el periodo 2006-2012. Ahora bien, “la estabilidad y seguridad de Afganistán es un objetivo estratégico en el que hay unanimidad” en la Unión Europea “y allí estaremos presentes hasta que, tras la oportuna evaluación, acordemos juntos que no es necesario”.