López y Fernández, amigos para siempre

Si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña. El líder socialista castellanoleonés, Óscar López, estuvo en León celebrando el tradicional Día de la Rosa y lo hizo para dejar claro que no existen desencuentros entre él y el PSOE leonés y hacer profesión de fe del leonesismo útil del alcalde Francisco Fernández.

El secretario autonómico del PSOE se declaró “militante” de esta forma de entender la política de Fernández y se entregó, como quien dice, en brazos del edil leonés. Todo sea por León, esa plaza que al igual que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se necesita mantener como “socialista” si se quieren ganar las autonómicas y, en su caso, las generales.

López, que como todo el mundo sabe fue un capricho demoscópico de José Blanco, que ni siquiera tuvo en cuenta las dificultades que encierra hacer oposición sin estar en las Cortes de Castilla y León, ha aprendido en su tour veraniego que la política es cariño y, sobre todo, paciencia y aguante. Hacer la vista gorda y tragar si lo que se quiere es ganar.

A López no le importa hacer el ridículo con esa foto en la que aparece en un tandem recorriendo las calles de León llevado por Fernández en la ruta ciclista, ni callar ante  comentarios del alcalde como “no me arrodillaré ante el franquismo del PP” o cuando echa de menos la unión de León con Asturias…

López no enamora, ni entre sus compañeros de partido. Y sabe que para ganar unos votos van a ser necesarias todo tipo de alianzas y amistades. Por eso, no tiene complejos de presumir de sus candidatos municipales, incluso de Paco Fernández. Por cierto, en las capitales de provincia no hay ninguna candidata a la Alcaldía. Recordemos que en 2007 hubo candidatas socialistas a las Alcaldias de Valladolid (Soraya Rodriguez) y Ávila (Mercedes Martin).