Mirando debajo de las capuchas

Llevan tanto tiempo ahí que verles en una rueda de prensa encapuchados y perdonándonos la vida, a la mayoría de la gente no le llama la atención. Pero a mí me producen espanto. Que lo vasco, internacionalmente, sea noticia por seme­jante puesta en escena, como cuando Al Qaeda secuestra un cooperante y tras él aparecen encapuchados y armados hasta los dientes, me parecen imágenes tercermundistas y de una pobreza ideológica que, esa sí, mete miedo.

Por eso no voy a analizar el mensaje que nos transmitieron a través de la BBC diciéndonos que ya ellos por su parte habían tomado la decisión de suspender las "acciones ofensivas", es decir el que te den un ti­ro en la nuca o te manden al otro barrio sin permiso tuyo, con lo que la argumentación del secre­tario general de EA, Pello Urizar en el sentido de que es HB quien lidera a ETA, no deja de ser una especie de chiste macabro. Nada que ver con el Sinn Fein y el Ira.

Si ustedes me lo permiten me voy a centrar en la imagen de esos tres encapuchados más propia de una mala película de fantasmas. Si se fijan ustedes llevan una txapela negra, sobre una inmaculada capucha blanca, con muchos brillos. ¿Por qué lo hacen? Seguramente porque una capucha negra es más dura de asimilar visualmente que una blanca porque si salen solo con la blanca el parecido con el ku kux klan es innegable y hay que ponerle la guinda de la txapela, para que le de el toque vasco y rebaje el impacto. En el fondo, todo ese montaje es de una ridiculez supina. Y muy poco seria.

Pero vamos a seguir fijándonos. Aparece el símbolo de ETA que como se sabe es una culebra enroscada en un hacha. La culebra, como símbolo de la astucia y el engaño, el hacha, como icono de la fuerza bruta. En resumen lo político militar. La 9mm parabellum en guante de seda.

Pero sigamos fijándonos en la fotografía.

Decía McLuhan que el medio es el mensaje. Bajo el hacha y la culebra, ahí tenemos el lema: “Bietan Jarrai”, algo así como "Seguimos en los dos", es decir, en la lucha política y militar. Pero claro, como está escrito en euskera, nadie le ha hecho mucho caso. Imagínense que ese lema de ETA hubiera estado escrito en castellano. Desde la BBC hubieran dicho: “Esto es un gran camelo, nos dicen que paran y en su cartel dicen que mantienen su lucha de las dos maneras”. Algo así como decir que un coche es fantástico y que detrás pusiera: "Le suena todo menos la bocina". Si a Nixon nadie le compraba un coche de segunda mano, yo no les compraría a ésta gente una tregua mientras me digan en euskera que ellos siguen de las dos maneras. Y encima, al final, los tres levantan el puño, símbolo de lucha y no del amor fraterno de la madre Teresa de Calcuta.

De ahí que me haya extrañado el interés puesto por el Sr. Urizar en decir que quien manda es la llamada Izquierda Abertzale. Confundir deseos con realidad, aunque los deseos sean tan loables, no es un buen camino para hacer política en serio. Y yo no creo que ETA haya asumido su desaparición ni el hecho terrible de asumir su inmensa derrota. Treinta años con los cementerios y las cárceles llenas, para haber logrado absolutamente nada.

Pero hubo otra imagen, cuatro días después, digna de ser comentada. Tras el mensaje de ETA, la iniciativa“Adierazi EH”, convocó una rueda de prensa para anunciar una manifestación con un lema impecable. “Todos los derechos para todas las personas en toda Euskal Herria". En la plataforma había personas representativas del mundo de la IA en sus variadas manifestaciones, aunque a mí, como a muchos, me llamó la atención la presencia de Rafael Larreina, ex parlamentario de Eusko Alkartasuna hablando en representación de aquel colectivo. Una corbata azul a rayas destacaba en un grupo descorbatado en inveterado acto de militancia. La corbata debe ser un símbolo burgués que al parecer hay que desterrar y la novedad no era tanto el contenido, sino el toque chic inusual de la corbata de Larreina. Ya sé que cada uno puede vestir como le dé la gana, pero es curioso éste disciplinado look que se ha repetido durante 32 años, hasta llegar a la curiosa corbata de un hombre muy respetable que con aquel gesto, de alguna manera quería marcar la presencia de EA.

No se viste de la misma manera un obispo que un seminarista, un general que un soldado raso, un ciclista que un boxeador. Hay un lenguaje gestual con la vestimenta que obviarlo con el argumento de que son cuestiones secundarias, incluso frívolas, no me parece muy inteligente. Y si no que se lo pregunten a los que se ponen una txapela encima de una capucha. El atrezzo es fundamental y ese lenguaje gestual tiene mucha importancia. Sobre todo en un grupo social que se constituye como una sociedad diferenciada, la corbata no es para este mundo. Es más. Es algo a destruir, como ya loha sido el nombre Euzkadi, sustituido por Euskal Herria y asumido por ésta nueva EA. Ya no es aquel PNV bis del año 86. Ya trata de ser una HB bis. De ahí, quizás, la corbata de Larreina como último reducto.

Pero lo que para mí sigue claro es el "Bietan Jarrai", es decir, que ellos siguen a lo suyo, en los dos ámbitos. Deduzco por lo tanto que, si de verdad, este mundo se creyera que ETA estaba a punto de parar, organizarían una manifestación con un lema muy sencillo: “ETA, desparece". Seguro veríamos que en esa rueda de prensa no habría una, sino cien corbatas. Y ninguna capucha.

Ésa es la rueda de prensa que muchos estamos esperando.