Aznar: de la tontería a la amenaza

Que el ex presidente de Gobierno, José María Aznar, camina por sendas que le llevan a su auténtico ser -neofascistas, autoritario, con pocas luces y soberbio- según los calificativos de algunos analistas políticos, era cosa sabida desde hace tiempo. Pero con esto de la campaña electoral, en la que ha entrado sin el entusiasmo, precisamente, de parte de la dirección de los populares, parece que la cosa se ha agudizado.

No vamos a entrar en su inefable canto al vino y a la conducción, que no fue poesía sino estupidez y además inoportuna, ni a los besitos de pájaro y declaraciones de amor público para con su mujer. Eso se ridiculizaba por si mismo sin necesidad de corolario ajeno alguno. Lo malo ha sido lo de los últimos días.

Acusar al Gobierno de Zapatero de querer llevar a España a la situación de la guerra civil de hace setenta años, además de una mentira de `primer calibre, y una barbaridad, denota temeridad, falta de respeto a los españoles y auténtica maldad, hija de la soberbia de la que antes hablábamos. Pero sobre todo es un error político, pues está comparando al PP con la CEDA -ya le gustaría a José Maria valer la mitad que Gil Robles, dicho sea de paso- y al resto de las fuerzas políticas con una especie de Frente Popular redivivo.

Pero claro, al amigo Aznar le viene muy bien aterrorizar a la gente con el miedo de una guerra civil que, aceptando la existencia de una crispación provocada precisamente por la intransigencia y la actitud cerril y antipatriótica del PP, esta absolutamente alejada del actual horizonte político español.

El terrorismo es aterrorizar a terceros para sacar ventaja propia y eso es lo que están haciendo desde la dirección del PP con la ayuda inestimable de su ¿antiguo? Líder José María Aznar, lo que les convierte en verdaderos terroristas políticos, que no sólo se aterroriza con bombas y pistolas, sino también con la palabra. Y de esta andan bastante sueltos últimamente los dirigentes populares.