El presidente popular dijo que con el PP llegará un cambio sensato al país

El presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, pidió hoy el voto para su partido en Castilla-La Mancha, no "para derrotar a nadie" de forma "desesperada" como hace el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero en sus actos electorales, pidiendo el voto "contra el PP", sino para que "España sea mejor, los españoles sean mejores y puedan vivir mejor" y, en el caso de esta Comunidad Autónoma, para que mejore como Murcia, Valencia y Madrid.

En su intervención en un mitin en el Polideportivo del Salto del Caballo de Toledo, ante más de 4.000 personas, Rajoy aseveró que termina la campaña "muy contento" porque, a diferencia de Rodríguez Zapatero -de quien recordó que no ha venido a Castilla-La Mancha "porque no lo quieren traer"- que sólo "ha hablado del PP", él lo ha hecho "de lo que le importa a las personas".

Inundaciones y vino

"Nadie hará leyes para machacar al sector del vino" y con el PP, continuó, "habrá un gobierno que cuando ocurran acontecimientos que afecten a las personas, duros, tristes y difíciles como los de las últimas horas -en referencia a las lluvias y tormentas que ha sufrido la región- habrá un gobierno sensible que irá allí para darles un poco de cariño a la gente", y no como ha hecho el gobierno de España, que "no ha estado", dijo.

 En este punto, explicó que en torno a este asunto y los daños causados por las inundaciones de los últimos días, los 'populares' van a "ser muy exigentes con el Gobierno de España" y precisó que su partido ya ha registrado una iniciativa en las Cortes generales pidiendo medidas de prevención que resarzan los daños "y que vuelvan las cosas a su estado anterior y se trabaje para que no vuelvan a ocurrir cosas en el futuro", declaró.

Cambio imparable

 Animado por los gritos de 'España está contigo' a los que replicó que "y mucho más va a estar en el futuro", Rajoy entró de lleno en la situación de un país en el que el cambio, señaló, "será tranquilo" pero "imparable" para lograr un gobierno 'popular' que no negociará con los terroristas, con el que el etarra Ignacio de Juana Chaos "estaría donde le corresponde, en la cárcel", donde "Otegui sería juzgado como corresponde a cualquier persona que comete un delito" y donde "Batasuna no se presentaría a las elecciones", recalcó.

"Se atendería lo importante, no hablaríamos de Franco, ni de la República, ni de Recaredo, ni de don Pelayo o de Viriato", declaró el presidente del PP, quien ironizó con cómo Rodríguez Zapatero "pide que le voten los jóvenes y empieza a hablarles de Franco". Un gobierno del PP tampoco hablará de la Alianza de Civilizaciones, Fidel Castro, Hugo Chávez o Evo Morales porque con el PP "habrá sentido común y sensatez" y un "gobierno previsible al que no se le van a ocurrir genialidades", recalcó.

En su opinión, la principal obligación de los gobiernos es "generar oportunidades y crear condiciones para crear riqueza y empleo" y educar sin "educación para la ciudadanía", y bajar los impuestos, advirtiendo cómo en Castilla-La Mancha, "como gobierna el PSOE" hay que pagar el de sucesiones y donaciones, y no gobernar, en definitiva, "a salto de mata" sino mirando al futuro, algo que en Castilla-La Mancha "es muy importante".

Mariano Rajoy, interrumpido en varias ocasiones por los gritos, 'vivas' y aclamaciones de los asistentes, apuntó que para gobernar hay que "tener unos cuantos principios claros" como los de nación, terrorismo, persona, justicia social, cohesión y solidaridad "y luego aciertas o no aciertas, pero al menos ten esos principios".

Por último, reseñó cómo el PP ha pasado "momentos difíciles" en los que incluso "nos quisieron excluir", pero "hoy estamos aquí y no han conseguido quitarnos", seguro de que, tras ganar los comicios locales y autonómicos se alzarán también con el gobierno de España "para que esto se convierta en un lugar normal y mejor de lo que es", concluyó.