El catalanismo podría unir fuerzas después de que ERC reconozca la posibilidad de votar 'sí' a la investidura de Mas

En declaraciones a los periodistas tras reunirse durante una hora con el líder de CiU, ha instado a la federación nacionalista a definir qué orientación quiere dar a las políticas que impulsará en la próxima legislatura, si los postulados que defiende el PP, o los de ERC, y hasta que no se produzca esta definición el partido republicano mantiene su negativa a apoyar a Mas.

"Que enseñen las cartas, que de momento no las han enseñado. CiU tiene que decidir si quiere ir con el PP o ERC. Hay dos maneras de ver el mundo en materia de inmigración, en materia lingüística o en las reivindicaciones en Madrid", ha sentenciado.

Más allá de su posición en la investidura, el dirigente independentista ha asegurado una actitud "constructiva" de su partido porque Cataluña precisa que todos los grupos trabajen en una misma dirección para luchar contra una "crisis galopante" y para redefinir las relaciones con el Estado.

Puigcercós ha destacado que, pese al retroceso electoral de ERC en los comicios, el partido republicano se debe a sus más de 200.000 votantes a los que aseguraron que sólo apoyarían al próximo Govern si se cumplían seis condiciones.

La seis condiciones que plantea ERC son la convocatoria de un referéndum independentista, conseguir una administración más eficiente, garantizar las ayudas a la dependencia, conseguir uno precios justos para la agricultura, lograr un sistema financiero propio, y reivindicar el concierto económico catalán.

Puigcercós ha explicado que no se plantea la abstención en la investidura, y ha avanzado que algunas de las seis condiciones que propone su partido no son bien vistas por CiU, como la celebración de una consulta soberanista en los próximos cuatro años.

Definir el concierto

Puigcercós ha reiterado que está dispuesto a reclamar con CiU el concierto económico, pero ha advertido que falta por ver qué "entiende CiU por concierto económico". En las filas de ERC consideran que la federación nacionalista está suavizando su discurso sobre el concierto, y temen que la propuesta que acabe por formular CiU sea diluida y esté muy lejos del modelo que tienen el País Vasco o Navarra.