Aznar sigue justificando el ataque a Irak

"Es la primera vez que España desde el siglo XVIII estaba en el centro de los asuntos mundiales", señala el ex presidente del gobierno español cuando Jorge Fontevecchia, propietario y director del semanario, le pregunta si volvería a apoyar la invasión de Irak.

"Lo que me convenció es que la comunidad internacional no puede aceptar los desafíos de un dictador que no sabe lo que hace y del cual teníamos sospechas de un armamento muy peligroso", manifestó.

Para el dos veces presidente del gobierno español, la invasión estuvo justificada por "los derechos humanos y el convencimiento de que se estaba en disposición de buscar un tipo de armamento que era muy amenazante".

"Luego -le pregunta el periodista- se comprobó que las hipótesis del armamento eran infundadas, ¿sintió culpa?"

"No -responde Aznar-, porque yo no mandé a nadie a combatir. Simplemente creo que el mundo era mejor sin Sadan Hussein".

En cuanto a asuntos de política nacional española, Aznar responde negativamente al periodista cuando le pregunta si ETA fue "el enemigo útil que eligió el PP para hacer campaña".

"Es un grupo terrorista. Es el peor enemigo que tiene la democracia española (...) ETA nunca debió estar presente en las elecciones y ese es un grave error del gobierno", señala al responder a las dos únicas preguntas que se le plantearon sobre terrorismo en el cuerpo central de la entrevista.

El periodista le interroga sobre las llamadas que realizó a los directores de los principales diarios españoles tras los atentados de Madrid del 11 de marzo de 2004, en las que aseguró a éstos que el ataque había sido obra de ETA; Fontevecchia le recuerda que "El País" tuvo que rectificar posteriormente la información que Aznar proporcionó a su director.

"Yo llamé a todos los directores (...) dos veces" -dijo-, una para explicarles que según la policía todo apuntaba a ETA y otra "para decirles que habíamos abierto una línea de investigación (...) que nos podía llevar a otras conclusiones".

"En la primera ronda- señala Aznar- el director de El País me dijo 'yo ya he cambiado la portada', es decir, que no hizo falta que yo le llamase. Esa fue una decisión en la cual yo no intervine".

En otros comentarios sobre la actual situación política española, Aznar dijo que no cree "en la memoria histórica de los países, yo creo en la memoria individual", y consideró que "toda política que supone una vuelta" al pasado "elimina los grandes acuerdos en los que se funda el sistema democrático y el éxito de España de los últimos años".

"Esa política de vuelta al pasado -señala el ex presidente sobre iniciativas impulsadas por el actual gobierno español como la Ley de Memoria Histórica- elimina los grandes acuerdos en los que se funda el sistema democrático español y el éxito de España de los últimos años".

Aznar señala que no le gustan que los países "se dediquen a mirar su pasado, eso es una cuestión de los historiadores, no debe ser una cuestión de los líderes políticos (...) ellos deben pensar en el futuro".

"Si se quedan anclados en el pasado, es que está negando el futuro. Mirar al futuro para no repetir los errores del pasado, eso es una decisión política inteligente, e intentar reescribir el pasado es simplemente un intento inútil y lo que hace es poner en peligro el futuro", sintetizó.

Aznar estuvo en Buenos Aires esta semana para presentar el informe "América Latina: Una agenda de libertad", elaborado por la FAES, fundación del PP que él preside