La oposición califica las rápidas modificaciones como un "plan de exterminio" a la nueva Asamblea.
Con esta reforma en menos de cuatro horas se suprimieron al menos 30 artículos de la normativa que rige actualmente el juego político legislativo y se recortó notoriamente la capacidad de trabajo y acción de lo que será el nuevo Parlamento Nacional, que asume funciones el próximo 5 de enero y en el que el chavismo no tiene la mayoría absoluta.
Con un promedio de aprobación de un artículo cada cinco minutos, la actual Asamblea decidió suprimir a la mitad el número de sesiones parlamentarias ordinarias, quedando sólo una por semana, para un total de cuatro al mes.
A este recorte se añadió la prohibición expresa a los canales de televisión privadas para que puedan transmitir -incluso entrar- al hemiciclo de sesiones. Al recinto sólo tendrán acceso dos canales de televisión estatales: Asamblea Nacional Televisión (ANTV) y Venezolana de Televisión (VTV).
El nuevo reglamento también impide la formación de "bloques parlamentarios", que hasta ahora permitía la actuación agrupada de los diputados -con ventaja de reuniones y toma de decisiones en conjunto-, con lo que quedó consagrada sólo la actuación individual de cada parlamentario.
Esta actuación, además, no deberá estar teñida de alguna conducta que sea considerada "ofensiva" por la mayoría de los diputados, y a partir de ahora podrán suspender hasta por un mes al diputado que haya incurrido en lo que se considere una falta de decoro dentro de la Asamblea Nacional.
Los pocos diputados críticos al gobierno del presidente venezolano que trabajan en el Parlamento calificaron las decisiones como un "plan de exterminio" a la oposición que asume funciones a partir de enero, pues señalan también que con la Ley Habilitante otorgada al presidente Hugo Chávez queda prácticamente neutralizada durante 18 meses la capacidad legislativa de la nueva Asamblea Nacional, en la que la oposición cuenta con 67 de 165 diputados.
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