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Irujo, Navarra y treinta años

viernes 24 de diciembre de 2010, 10:28h
Dentro de nueve días se cumplen treinta años del fallecimiento de D. Manuel de Irujo, abogado, diputado, ministro, personalidad extraordinaria del nacionalismo vasco, hijo de Daniel Irujo, el abogado defensor de Sabino Arana. “Soy vasco por los cuarenta costados -decía- pero fundamentalmente navarro hasta las cachas". "Cuarenta años de exilio os contemplan" exclamó cuando puso pie en el aeropuerto de Noain, al volver de tan larga noche. Y fue senador y presidente de la Asamblea de Parlamentarios Vascos, tras las elecciones de junio de 1977, así como parlamentario foral. Pero fundamentalmente fue un extraordinario parlamentario y un magnífico hombre de bien. La llegada de UPN en 2007 al ayuntamiento de Lizarra (Estella) nos impidió colocarle una estatua en una plaza ya elegida. El antivasquismo de UPN es tan militante que llega a negar a sus propios hijos en una ciudad cuyo alcalde, Fortunato Aguirre, del PNV, fue fusilado al estallar la sublevación militar por ser un demócrata y un nacionalista vasco. La derecha ni olvida, ni aprende.

D. Manuel sufrió mucho por los errores que veía cometer a su partido y al mundo abertzale. "¿Cómo es posible -nos decía- que siendo el PNV en Navarra tan antiguo como en Bizkaia no tengamos el coraje de ir con nuestra propia sigla a las elecciones de junio?". Y tenía razón. Sabino Arana tras su "discurso de Larrazabal" asistió en febrero de 1894 a la manifestación convocada en Pamplona en protesta por el proyecto del ministro de Hacienda, Germán Gamazo de subir las contribuciones de Navarra. La delegación jeltzale, invitada por la Diputación Foral de Navarra, portaba un estandarte alusivo a su ideología diseñado en el café Iruña de la Plaza del Castillo y hecho por Juana de Irujo. No fue la actual ikurriña aunque ya contaba con la cruz roja de San Andrés sobre fondo blanco con un lema bilingüe: "Jaun-Goikua eta Lagi Zarra. Agurreiten deutse Naparrei". "Dios y Ley Vieja- Bizkaia saluda a Navarra". Sabino Arana y sus acompañantes recibieron una cálida recepción y Sabino intervino ante la Diputación como director del periódico “Bizkaitarra”. Y allí estuvo acompañado de Daniel Irujo (a quien conocía del colegio de Orduña) y los Aranzadi, algunos de cuyos miembros habían participado en la formación de la asociación “Euskara” de Navarra, una asociación foralista y vasquista, pionera del nacionalismo y que tendría gran importancia.

Con semejante historia por detrás, Don Manuel no entendía que fuéramos diluidos en aquella sopa de letras bajo la apelación de Unidad Autonomista Navarra. Para paliar aquello y buscando implicar al Partido Socialista formamos aquel Frente Autonómico para el Senado juntamente con Esei y con la voluntad manifiesta de defender en el proceso constituyente que se abría en Madrid el lograr un estatuto de autonomía para Euzkadi, Navarra incluida y en un solo paquete. Y de esa elección salieron senadores por esta plataforma nada menos que Ramón Rubial, presidente del PSOE y D. Manuel de Irujo. Y como consecuencia de este pacto, a la semana de las elecciones en Gernika se constituyó aquella Asamblea de Parlamentarios Vascos con este cometido, presidida por D. Manuel de Irujo y en la que estaban los diputados del PSOE navarro Gabriel Urralburu y Julio García.

En aquellos tiempos D. Manuel, escamado por la manipulación de las actas que excluyó a Navarra del Estatuto de Estella, nos decía que debíamos andar con cuidado y que estaba bien aquello de “Nafarroa, Euzkadi da" (por cierto no se decía Euskal Herria) porque ellos habían tenido un inmenso fracaso cuando desde Bilbao se diseñó aquella operación que se llamó "La Conquista de Navarra”. Y nos lo contaba así:

“Las palabrejas de “la conquista de Navarra” nos hicieron en Nabarra mucho daño porque fueron mal interpretadas. No se trataba de una conquista material sino que era ir a la conquista del espíritu, es decir, la predicación en Nabarra. Ideada por José Antonio y llevada principalmente por él, por Monzón y por mí, recorrimos Nabarra de arriba abajo. Es posible que diéramos 50 mítines, si no fueron más. Éramos un poco el trío de la bencina que recorría aquello”.

D. Manuel era consciente que en 1977 teníamos enemigos mortales: el Diario de Navarra así como Jaime Ignacio del Burgo y Víctor Manuel Arbeloa que utilizaban cualquier excusa para denigrar del nacionalismo vasco y poner en pie de guerra a la mayoría silenciosa navarra a cuenta de un abertzalismo que ellos calculadamente lo unían a la violencia de ETA. Por eso fue un desastre estratégico aquella “Marcha de la Libertad" que organizó Telesforo Monzón con todo lo más radical de lo más radical. Monzón, que había dejado el gobierno en el exilio presidido por Aguirre en 1953, y que había coqueteado con Don Juan de Borbón, y que había montado un cirio en el Congreso Mundial Vasco de 1956 en París pidiendo la eliminación de las instituciones republicanas en el exilio, aparecía entonces al frente de “Anai Artea” hablando de los "gudaris de hoy" herederos de los "gudaris de ayer. Y aquello fue nefasto en Navarra porque le dio al Diario y a Del Burgo, munición más que suficiente, para volver a hablar de la “Conquista de Navarra” como en tiempos de la República.

Y en medio de este potaje, apareció ETA y el 26 de noviembre de 1977 mató a Joaquín Imaz, comandante de la Policía Armada, logrando que la Diputación convocara una manifestación multitudinaria el 3 de diciembre, contra la inclusión de Navarra en el País Vasco. El 8 de diciembre hubo otra manifestación pero en ésta ya no estuvo el PSOE. Eso es lo que hay que agradecer a ETA y al silencio culpable de HB en estos años, los grandes responsables y los grandes culpables, de que Navarra se haya configurado como una autonomía uniprovincial.

Pero nosotros seguimos entonces haciendo política, que es lo que hace la gente civilizada y sensata. En la discusión de la Constitución española logramos se aprobara una Disposición transitoria cuarta que decía cómo Navarra podía incorporarse al Consejo General Vasco y posteriormente en la discusión del Estatuto de Gernika logramos que se consagrara en su artículo 2, a pesar del ataque de nervios de la derecha navarra, lo siguiente: “Álava, Guipúzcoa y Vizcaya, así como Navarra, tienen derecho a formar parte de la Comunidad Autónoma del País Vasco”. Hoy esto sería imposible. Y esto tiene tres responsables, ETA, HB y la derecha navarra.

Con ese fondo se creó el Órgano Común de Encuentro en 1996 con la oposición, en el Parlamento navarro, de UPN y los superpatriotas de HB. Aquello, de haber salido adelante, hubiera sido un paso histórico pero cuando el Lehendakari Ardanza y el presidente Javier Otano enviaron el proyecto a su ratificación a Madrid, ¡cosas de la vida!, estalló el caso Otano y se aplazó la votación y se retiró la iniciativa.

Esto es pues lo que tenemos que agradecer tanto a la derecha navarra como a HB que ahora pretende cargarse nada menos que a Nafarroa-Bai criticando a Aralar y poniendo nerviosa a EA y excluyendo al PNV y es que todo lo que no controlan siempre tratan de destruirlo con lo que nos indican que ETA podrá desaparecer pero que los comportamientos democráticos no han llegado a este mundo a pesar de que digan que van a cumplir a rajatabla la ley de partidos. A RAJATABLA. Si hubiéramos dicho nosotros algo parecido a esto, nos hubieran quemado en la plaza pública. En una circular interna nos han criticado agriamente “llamándonos fuerza residual que utiliza Aralar para presionar a EA”, por lo que estamos encantados en Na-bai a la que tildan de "fuerza regionalista". Y en ese contexto de crítica a Na-Bai, manosean un documento de principios programáticos recuperando un Estatuto a cuatro que salió en Loiola y diciendo que "la ciudadanía navarra tiene derecho a decidir libre y democráticamente sobre todos los aspectos de su vida".

¿Y para llegar a esta conclusión se han pasado 33 años disparando unos y justificándolo todo los otros mientras separaban Navarra del resto de Euzkadi, poniendo en circulación el nombre de Euskal Herria para tapar sus vergüenzas y habiendo impedido que el euskera hoy en Navarra dejara de estar en ghettos mientras los navarros estarían trabajando con el resto de los vascos en un Órgano Común de Encuentro?

Pues sí. Esta es su magra cosecha que pretenden nos olvidemos de ella con sus bravuconadas y si bien es cierto que hay que dar una oportunidad a la paz, también hay que seguir recordando a figuras como D. Manuel de Irujo fallecido el 2 de enero de  1981, que ya les dijo lo que iba a pasar si seguían su descerebrada política de tierra quemada.

Por eso, en este treinta aniversario, es bueno recordar lo que quizás les diría: “Los conversos, a la cola. Lecciones, las justas".


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