Celinda quiere ser presidenta

Como hacen ahora muchos ciudadanos (vamos a llamarles normales) que van a declararse su amor en un programa de televisión, Celinda Sánchez ha hecho algo parecido para anunciar su disponibilidad a cubrir, llegado el momento, la plaza de presidente de la Diputación de Palencia.

La veterana diputada y candidata sempiterna al Ayuntamiento de Palencia se ha enterado –se habla demasiado en el PP, sobre todo en los vinos de Navidad– que el presidente provincial y portavoz del grupo parlamentario popular en las Cortes de Castilla y León, Carlos Fernández Carriedo, tiene la mayoría de las papeletas para encabezar la lista de las municipales en Palencia.

Carriedo, que vive desde hace años en Valladolid, ha dedicado estos días navideños a concienciarse y a concienciar a los demás de que puede ser, Dios mediante y si Herrera no acude a más vinos periodísticos, el candidato in pectore al Ayuntamiento de Palencia.

Celinda Sánchez, despechada, ha salido a la plaza pública, a los medios de comunicación, a gritar lo que quiere: ser presidenta de la Diputación. Necesita un puesto (en este caso dos, es también diputada) para poder sobrellevar su abúlica existencia provinciana.

La cosa debe ir en serio, pues ni nuestro Wally particular se ha atrevido a hacer declaraciones. De salir en las fotos no podemos decir lo mismo.