Una España inquietante

El 88 por ciento de los españoles no se fía de los políticos: los ve como enemigos que luchan por el Poder y no por el bien común, y además como unos privilegiados que no sufren la crisis en su propia carne. El 78 por ciento de los españoles no aprueba la gestión de Gobierno, pero sólo un 26 por ciento considera que el Partido Popular lo haría mejor, mientras que, a juicio del 62 por ciento, el presidente Zapatero no sabe de lo que habla. El 78 por ciento de los españoles no espera que mejore la situación financiera en el hogar, y calcula en unos cinco años el plazo para volver a unas cifras de paro anteriores a la crisis.

    No les queremos abrumar con más cifras y más porcentajes, contenidos en el libro  “Alerta y desconfianza. la sociedad española ante la crisis”, obra dirigida por el prestigioso sociólogo Víctor Pérez-Díaz, doctor por Harvard, y que hoy se presenta en Madrid. Pero, como verán, se trata de una radiografía inquietante que demuestra la confusión y la inquietud de nuestro pueblo ante la situación socioeconómica más delicada y más grave desde la postguerra civil. Y puesto que, a pesar de todo, militamos en el bando de la esperanza (que nada tiene que ver con el optimismo vano y a ciegas), apostamos porque se saquen lecciones prácticas para corregir la indolencia y la impotencia ante la situación. Para la mayoría de los españoles, los sindicatos son un problema y no una solución. Los encuestados, además, dudan incluso de los políticos del partido que sienten más próximo, pues la mayoría los ve acomodaticios a las directivas de sus líderes a la hora de debatir, y piensan que sólo están atentos a las ideas de sus rivales para combatirlas, y no para asumir conclusiones razonables.

     Este es el panorama de España a inicios del 2011, y éste es el país que tenemos. Una gran nación, ciertamente y a pesar de todo, en la que el sociólogo Pérez-Díaz subraya que la familia es concebida como una tabla de salvación frente a la crisis, y que España no se puede convertir en un país de niños que se quejan de que sus “papás” no les resuelven nada.  En fin: que en España, con cuatro millones y pico de parados, ocurren más cosas que la famosa prohibición del tabaco, y hay  datos, cifras e ideas muy serias que merecen una gran reflexión.