Médicos

En España hay 60.000 licenciados en Ciencias de la Información y ni la mitad trabajan como periodistas. Eso pasa en muchas profesiones porque hemos llenado las Universidades, hemos invertido mucho dinero en formar universitarios y luego les hemos condenado al paro o al subempleo. En una empresa cualquiera dirían que esa es una mala estrategia, porque se dilapidan muchos recursos y además se frustran las expectativas de muchas personas que, con una formación superior, se ven obligadas a trabajar en puestos de más baja cualificación. Simultáneamente, tenemos pocos estudiantes de Formación Profesional, con una demanda muy superior a la oferta, una colocación casi inmediata y una necesidad imperiosa si queremos aumentar la productividad y la calidad.

Pero el mundo de las profesiones tiene también una excepción. Los médicos, por ejemplo. Resulta que después de años de númerus clausus por "decreto ley", ahora faltan profesionales y uno de cada tres nuevos médicos que trabaja en España ya es extranjero. Ni siquiera se han cubierto las plazas de la convocatoria MIR. Y el panorama es muy delicado por muchas cuestiones: esa tendencia no se corrige en un año porque la formación de un médico implica seis de carrera y cuatro de MIR, como mínimo; segundo, porque la población española ha crecido mucho por mor de la inmigración; tercero, porque muchos países están llamando a los médicos españoles, formados con una enorme inversión, y se los llevan con mejores sueldos; cuarto, porque la apertura de nuevos hospitales -sólo en Madrid, ocho públicos- va a provocar numerosos movimientos y, seguramente, desajustes. Y, sobre todo eso, siguen faltando médicos: en la atención primaria, sin duda, y en los hospitales, también; en la medicina rural se ha producido un abandono de los pueblos pequeños y un traslado masivo, pero escaso de medios, a los pueblos grandes. Y, si me apuran, en breve vamos a asistir a la jubilación de numerosos jefes de servicio y, sobre todo cirujanos, sin que tengan el relevo necesario en muchas especialidades.

La medicina tiene un componente vocacional indudable. Pero, además, tiene que estar bien pagada, disponer de medios y de expectativas profesionales. Eso sigue sin concretarse en muchas autonomías. Por eso, muchos abandonan España después de diez años de formación y otros países "cazan" excelentes médicos en los que no han invertido ni un euro. Simplemente les pagan mejor. Pero eso no quita para que alguien tenga que reconocer que cuando planificaron el númerus clausus, se equivocaron. Y que no han sido capaces de rectificar, a pesar de las voces que les advertían del error. Un error que puede ser muy importante en el mantenmiento del Estado del bienestar.