El déficit fiscal catalán no se corrige por una cuestión política, explica Andreu Mas-Colell

En el pleno del Parlament, el conseller ha ironizado que está "tentado en hacer apuestas de que no será así", y ha vaticinado que desde el Estado se encontrará una nueva excusa para postergar de nuevo el pago de este concepto.

Mas-Colell ha criticado el modelo de financiación catalán porque es imposible conocer sus rendimientos, y ha sentenciado que "no pinta bien por el desacuerdo que existe sobre el fondo de competitividad".

El conseller se ha mostrado partidario de que Cataluña recaude sus propios impuestos, y ha sentenciado que España "podría sobrevivir perfectamente bien" con una transferencia de recursos al territorio catalán más alta que la actual.

"El sistema de financiación de Cataluña es claramente insuficiente y se tiene que enderezar", ha proseguido Mas-Colell, que también se ha mostrado partidario de que el Estado publique las balanzas fiscales.

"Es muy necesario", ha avisado el titular de Economía, quien ha destacado que se tiene que insistir en que se retome el cálculo de las balanzas fiscales que el Estado dejó de hacer en 2008.

Asimismo, ha desmentido que el déficit fiscal catalán sea difícil de corregir en términos económicos -no así en lo político, ha admitido-, y también que quede compensado con las relaciones comerciales que tiene Catalunya con España.

Comisión sobre el concierto

A petición del líder de ERC, Joan Puigcercós, Mas-Colell ha abierto la puerta a crear una comisión parlamentaria que aborde, con la participación de expertos, la necesidad de que Cataluña reclame el concierto económico.

Puigcercós ha destacado que hay estudios que elevan el déficit fiscal catalán a alrededor de los 22.000 millones de euros anuales, una cifra muy por encima del endeudamiento público que tiene que afrontar la Generalitat.

El dirigente republicano ha exigido al Govern que no afronte solo la mejora de la financiación de Cataluña, y que asuma que la comisión es la herramienta necesaria para hacer un frente común de los partidos catalanes para demandar mejoras al Estado.