Miedo a la luz y los taquígrafos

Dicen las malas lenguas que la Junta se ha negado a facilitarle a la jueza Mercedes Alaya las actas de los Consejos de Gobierno de los últimos diez años que ésta había pedido porque en ellas podría haber constancia escrita de que eran varios los miembros del Ejecutivo, incluido su presidente, José Antonio Griñán, que conocían de sobra el asunto de los EREs fraudulentos. Es cierto que la petición de la jueza podríaa crear un precedente peligroso, pero no lo es menos que quien algo oculta, algo teme. Lo que resulta extraño es que la consejera de Presidencia, Mar Moreno, aluda a las "vías alternativas" a las que puede acudir la magistrada como son los requerimientos de los acuerdos de dichos Consejos. Hombre, se supone que para ver lo que se aprueba en los Consejos de Gobierno de la Junta solo basta echarle un vistazo al BOJA y para eso no hace falta requerimiento judicial alguno. Dicho el dicho latino que "excusatio non petita, acusatio manifesta" y da la impresión que todas las excusas puestas por el Gobierno andaluz para facilitar información a la jueza Alaya, sólo tratan de enmascarar posibles datos que afecten directamente a algún consejero y, hasta puede ser que al mismísimo presidente. Habrá que estar atentos.