El Gobierno lanza el 'macroproyecto' del AVE a Galicia

El proyecto, aprobado por el Consejo de Ministros, se financiará en colaboración con el capital privado y se dividirá en una decena de contratos. Su objetivo último es garantizar que todo el AVE a Galicia esté en servicio en 2015.    La conexión AVE a Galicia constituye el proyecto 'estrella' del Plan Extraordinario de Infraestructuras (PEI) que el departamento que dirige José Blanco puso en marcha el pasado año para levantar inversión privada con el fin de adelantar obras de carreteras y ferrocarriles, y compensar el ajuste de la inversión en obra pública.    De esta forma se convertirá en la segunda línea AVE que se construirá con capital privado, tras la transfronteriza entre Figueres y Perpignan, si bien Fomento extenderá esta forma de financiación a otros AVE también incluidos en el PEI.    Por el momento, el Consejo de Ministros autorizó licitar los dos primeros contratos de la conexión a Galicia. Se trata de los dos lotes en que se ha dividido el montaje de vía de toda la línea, desde Olmedo hasta Ourense (417 kilómetros del longitud), y su posterior mantenimiento, en este caso hasta Santiago. Financiación privada    Según lo establecido en el Plan de Fomento, las empresas que se adjudiquen la obra se encargarán también de gran parte de su financiación, una inversión que posteriormente recuperarán una vez la pongan en servicio, cobrando un canon anual a la Administración durante la fase de mantenimiento de la infraestructura.    Fomento prevé ejecutar también a través de esta fórmula de colaboración entre el capital público y privado la denominada 'superestructura' de este AVE, esto es, la instalación de los sistemas de suministro de energía, telecomunicaciones, y control y seguridad.    Tras recibir luz verde del Gobierno, Fomento encargará ahora la licitación de los contratos a Adif, ente público que tendrá una participación del 10% en cada uno de los contratos de concesión por los que se construirá la conexión AVE, según indicaron a Europa Press en fuentes del sector.    Además, este organismo asumirá el riesgo de expropiación de los terrenos para la construcción del AVE y adelantará a las adjudicatarias el 40% del importe total del contrato. El resto lo pondrán las empresas.    Por otra parte, Adif recibió autorización del Gobierno para licitar, por un contrato convencional (con capital público) las obras de plataforma que aún quedan por construir, comprendidas en el trayecto entre Lubián y Ourense. El AVE Madrid-Barcelona se refuerza con nuevos trenes