28 años después

Ya han pasado 28 años y sin embargo parece que fue ayer cuando se probó la Constitución y los españoles comenzamos a disfrutar plenamente de la recién adquirida democracia.

Siempre me ha parecido que las instituciones no han sido capaces de celebrar el 6 de diciembre como se merece. Por lo pronto los líderes nacionalistas hasta ahora han hecho alardes de que 'pasan' de la Constitución y por tanto nunca se han dignado a acudir al acto institucional que todos los años se celebra en el Congreso. Y no deja de llamar la atención que sean precisamente los nacionalistas, las minorías a las que más se tiene en cuenta y cuya voluntad se impone en un buen número de ocasiones a las mayorías, que sean precisamente quienes dan la espalda al texto constitucional gracias al cuál tienen disfrutan d una autonomía nunca soñada.

Tampoco sé porqué en el acto institucional del Congreso no participa el Rey. En realidad la fiesta de la Constitución se ha ido desluciendo con el pasar de los años. Al principio había auténtico interés por acudir a estas recepciones en el Congreso, luego poco a poco empezaron a notarse las ausencias. También hay que reconocer que el 'tirón' que tenga el presidente de gobierno de turno ayuda a que la concurrencia sea mayor. Los años de gobierno de Adolfo Suárez y Felipe González había 'overbooking', con Aznar la cosa se relajó, y Zapatero tampoco es que haya despertado las ganas de acudir al  Congreso.

En todo caos insisto en que al 6 de diciembre la falta solemnidad, le falta que todas las instituciones se impliquen más, porque a la postre lo que ésta quedando es simplemente un día más de fiesta para hacer un largo puente.

28 años después la Constitución se merece más. Veremos que pasa éste año.