www.diariocritico.com

La oferta de consenso de los socialistas murcianos

miércoles 04 de mayo de 2011, 21:34h
Francisco Oñate, Secretario de Organización del PSRM, ha hecho unas declaraciones invitando a una especie de consenso entre las fuerzas políticas estatales y regionales para sacar al país y a la región de la situación tan grave de paro que padece. Dicho ofrecimiento resulta, cuanto menos sorprendente, en un responsable político en pleno inicio de la campaña electoral, porque se supone que su grupo político se presenta a las elecciones autonómicas y locales con un programa de gobierno, en el que tendrán que presentar medidas políticas de reactivación económica, con planteamientos necesarios de ahorro público, ante los cuales tendrán que optar por sacrificar alguna que otra opción política alternativa, precisamente por la falta de recursos económicos para poder abordarla. Sin embargo, por conveniente que sea un consenso de las diferentes fuerzas políticas, ante una grave crisis como la presente, no parece que sea el momento, pues un pacto político –a modo de los conocidos “pactos de la Moncloa”- se reivindicaron hace un tiempo, pero a la hora de la verdad fueron desechados por los grandes partidos, que no han querido ni compartir el poder ni compartir responsabilidades. De forma, que irresponsablemente han jugado a echarse la culpa mutuamente de degeneración de la situación económica y social, con franca deslealtad. Luego, si en su momento –los “mayores” de Oñate y la oposición- no asumieron realmente y con franqueza la voluntad de llegar a un pacto de Estado que aunara fuerzas, criterios, y repartiera cargas –especialmente en la adopción consensuada de medidas políticas impopulares-. No parece que el comienzo de una campaña electoral sea el adecuado para hacer esa propuesta, porque es el momento en que todas las candidaturas han de postular públicamente sus soluciones, y el cuerpo electoral habrá de decidir sobre lo que más le conviene. Y a partir de ahí, habrá que tomar las decisiones políticas que resulten más pertinentes, con cuatro años por delante, en el caso más probable. Porque también cabría preguntarle a Oñate, ¿por qué Zapatero, al ser consciente de la dimensión real de la crisis económica, y verse forzado por la UE a aplicar una política que no es de su programa, no provocó el oportuno adelanto electoral que hubiera sido bastante sensato? Ya que hubiera tenido la lealtad política con su electorado, de no aplicar una política económica impuesta antagonista con su programa electoral socialista; además, le habría permitido explicar el alcance de la crisis que tiene su origen en el desajuste del sistema financiero internacional, y hubiera dado opción a que conociéramos el programa económico de los demás candidatos de otras formaciones políticas, especialmente ante la falta del consenso necesario para abordar profundas y dolorosas reformas. Lo mismo, que tampoco entendemos bien el planteamiento del mundo sindical en nuestra Región, que aparentemente se opone al gasto y despilfarro público, se opone al incremento de ingresos públicos por el uso de servicios –vía tasas- como el caso del copago sanitario, y al propio tiempo se queja de la falta de contratación de casi dos mil funcionarios. Pues es difícil mantener una postura y su contraria. ¿O reducimos el gasto, o aumentamos los impuestos? Otro planteamiento no cabe, sería tanto como “cuadrar el círculo”, pues de la mejora de procedimientos de gestión el ahorro es limitado, no da para la solución de la escasez de recursos económicos actual. Y por otra parte la conjunción de las políticas estatal, autonómica y local, representarán una auténtica ayuda, o por el contrario, una rémora, para salir de la presente situación. Además, la propuesta de Oñate, pese a su aparente bondad inicial, se nos antoja torpe especialmente para su propio partido, pues le hace una mala gestión a su compañera Retegui, que días pasados presentó a su equipo económico, dejando patente que tenía “suficiente banquillo” para entrar en juego si los ciudadanos le otorgan su confianza. Sin embargo, con esta oferta, Oñate aparenta dar un bandazo, mostrándose tácitamente inseguro de la capacidad de solución de sus propios compañeros y su organización para dar soluciones adecuadas. A lo mejor no ha sido su intención, pero ha lanzado un mensaje que induce a confusión, por pura ambigüedad, impropio de un estratega político en campaña, y sobre todo de la experiencia política que se le supone, al menos por los años que lleva en política activa. O quizá por eso, el cansancio de la primera fila de fuego, aconseje su descanso.                                                                                                 EL MIRAVETE  
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios