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El 'spanish matador' pionero de nuestros 'annus mirabilis'

El 'spanish matador' pionero de nuestros 'annus mirabilis'

sábado 07 de mayo de 2011, 08:54h
Antes, mucho antes de que los recientes éxitos de los grandes/grandes del deporte español nos llevaran a la cumbre mundial, a celebrar desde hace alrededor de un lustro continuamente 'annus mirabilis', a ser la envidia planetaria de las superpotencias; antes, mucho antes, ya estaba Severiano Ballesteros, el 'spanish matador', como le bautizaron en Inglaterra tras su primer Open Británico en 1979, un apodo que le encantaba y paseó después con orgullo por todo el mundo. Él también fue un grande/grande y su fallecimiento este sábado nos llena de tristeza y dolor, tiñe de luto nuestro deporte. Y no sólo por su magnífica trayectoria profesional, ahí es nada tres Open Británicos -al de 1979 sumó los de 1984 y 1988-, dos Masters de Augusta -para un total así de cinco 'Majors'- y 87 torneos ganados, 50 de ellos en Europa, para ser así en el mejor jugador del Continente en su historia. No sólo por su magnífica trayectoria profesional, se insiste, que lo convirtió antes de los Nadal, Alonso, Gasol, Contador, Iniesta, 'La Roja' y otros en un español de repercusión deportiva mundial popularizando el golf en nuestro país. No sólo. Sino más, muchísimo más, quizás tan importante en el aspecto humano: porque Seve unió a su inmensa calidad deportiva su idéntica o superior calidad personal. Hizo bueno el dicho del genial Beethoven, cuando en una ocasión, rodeado de admiradores de su música y harto de elogios, les respondió que para él era más trascendente "la calidad humana", la bonhomía, "que la artística". Y en tal aspecto, un Ballesteros siempre educado, respetuoso, noble y sencillo, adornó su imagen deportiva mundial con estas cualidades personales que le dieron -a él directamente y a España indirectamente- mayor fama y repercusión planetaria todavía. Y es que Seve ganó casi todo y sólo acaba de perder ahora en su torneo más difícil, el que lo enfrentó a la muerte. Ésta se presentó en 2008, pero la casta del santanderino le hizo superar, contra todo pronóstico, una gravísima operación, que luego se repetiría en tres ocasiones más. Sin una queja, aceptando esa lucha -"soy un competidor nato y esta enfermedad no va a poder conmigo", dijo muchas veces-, fue capaz de superar también durísimas sesiones de radioterapia y quimioterapia hasta que en los últimos días llegó el hachazo definitivo y finalizado este sábado. Y, pese al dolor de acantilado que nos produce su fallecimiento, apostamos por su recuerdo único e irrepetible por ese 'sapnsih matador' ejemplar en vida y obra que nos regaló tantas victorias y tan inmejorable ejemplo. Gracias, inmortal Seve.
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