Una responsable política de Alemania apuntó y los medios de todo el mundo, dispararon. Así se fraguó el fusilamiento mediático que ha sufrido la huerta española a cuenta de la alarma desatada por el brote de e.coli.
Un desolador informe de la Universidad de Navarra ha puesto de manifiesto que la imagen de España -y no sólo el sector agrícola- ha quedado seriamente tocada por la repercusión mediática que han tenido las acusaciones infundadas sobre la responsabilidad de los pepinos españoles en la mortal enfermedad. Desde que Alemania alertó sobre estas verduras, la prensa mundial generó más de 25.000 artículos señalando explícitamente a los productos españoles -cuantitativamente, esto supone que se generaron un 60% más referencias a España que con la victoria del Barça en la Champions; 7 veces más que con la victoria de Rafa Nadal en Roland Garros, o 3 veces más que la última visita del Papa a Barcelona- y, sin embargo, cuando los análisis exculparon a los pepinos españoles, la prensa internacional no rectificó. Esto prueba una im-presentable intoxicación comunicativa exterior que tendrá devastadoras consecuencias para la marca España.
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