Austeridad a prueba

Aunque responda más a aquello de hacer de la necesidad virtud que a sincera convicción, los políticos con responsabilidad institucional no dejan de llenarse la boca con la palabra austeridad. Muchas veces, como aquí se ha denunciado, presumiendo de medidas que suponen muy escaso ahorro mientras siguen sin privarse de mucho gasto perfectamente prescindible.   La nueva presidenta de las Cortes, Josefa García Cirac, no ha sido una excepción y llamó a la austeridad en el gasto público en su primer discurso institucional. Ya comentaba el otro día El Topillo que el PP tiene intención de meter la tijera en las ‘prebendas’ asignadas a los grupos parlamentarios (número de procuradores ‘liberados’ y subvenciones para gastos de funcionamiento). Recortes éstos que el PSOE ve más como una agresión política por parte del PP que como un sincero propósito de ahorro.   Pero en las Cortes hay otros medios de ahorrar que brindan a la nueva presidente una magnífica ocasión de predicar con el ejemplo. Verbigracia, el siempre llamativo capítulo de los coches oficiales. Se da la circunstancia de que García Cirac, aunque zamorana de nacimiento, es procuradora por Salamanca, donde tiene su residencia familiar. Y ocurre que la nueva secretaria primera de la Cámara, Isabel Alonso, aunque procuradora por Zamora, reside en Salamanca. Tenemos así que, salvo que alguna de ellas decida trasladar su residencia a Valladolid, ambas tendrán que desplazarse a diario desde Salamanca a la sede de las Cortes para ejercer sus obligaciones institucionales.   ¿Se pondrán de acuerdo García Cirac y Alonso para compartir el mismo coche oficial en esos desplazamientos entre Salamanca y Valladolid? ¿O tendremos dos coches oficiales de las Cortes con sus respectivos conductores realizando ese mismo itinerario a diario y prácticamente a las mismas horas? La pregunta la dejamos en el aire. La respuesta no tardaremos en conocerla.