De museos con los niños

 La mítica Ronda (Málaga, http://www.turismoderonda.es/cultura/esp/historia.htm), alma de Andalucía y una de las ciudades más antiguas de España, invita a pasear por sus calles, plazas y yacimientos y a adentrarse en las historias de personajes míticos a través el ‘Museo del Bandolero’. Soñar para seguir siendo niños. Singular es también el Museo del Ratoncito Pérez (http://www.casamuseoratonperez.es/), en Madrid, donde se puede indagar sobre la fabulosa logística de un personaje que ha recorrido alguna vez las noches de todos los niños, participar en talleres y conocer el origen de la tradición de regalar una moneda cada vez que un diente se cae. En el tiempo libre, recorrer el Madrid antiguo, la Gran Vía, Atocha o acudir al teatro son opciones muy atractivas. En Colonia (Alemania), encontrarán su sueño más dulce los amantes del dulce. Allí se encuentra el Museo del Chocolate (http://www.alemania-turismo.com/ESN/cultura_eventos/museos_tlmuseum-id1121-fstadt_museum_main.htm), cuyo aroma envuelve todo desde la entrada. Si normalmente los maîtres suelen ser celosos de sus fórmulas, en este peculiar museo de cristal y aluminio los niños y mayores podrán conocer todos los detalles de la producción e historia del chocolate y ver nacer de manos de los artesanos las figuras más sorprendentes. Menos dulce, pero también sugerente, es la visita al Frietmuseum de Bélgica (http://www.frietmuseum.be/en/index.htm), el primer museo del mundo dedicado a las patatas fritas, el producto belga más famosos (junto al chocolate) y deleite de los niños como guarnición de cualquier comida. Si el museo resulta un descubrimiento, recorrer las calles de la ciudad de Brujas (joya europea del arte y Patrimonio Mundial de la Unesco desde 2000) es lo más parecido a protagonizar un cuento de hadas. Los mejores campamentos de verano para niños