Muere el ternero bicéfalo, con dos bocas y 4 ojos, de Zamora a las 48 horas de su nacimiento

Dos cabezas, cada una con sus dos ojos, su nariz, su boca y su lengua. Con esta extraña malformación había nacido un ternero el pasado martes 7 de mayo en Piñuel, en Zamora. El animal ha muerto un poco más de 48 horas después, según ha anunciado el ganadero propietario de la explotación, Miguel Fuentes Garrote, a la agencia de noticias EFE. El becerro, que había tenido un parto natural, llegó a levantarse y a ser amamantado por su madre. Pero al poco tiempo, se desplomó y ya no logró ponerse de nuevo en pie.

La mañana siguiente a su nacimiento, el ganadero consiguió separarlo de su madre y empezó a alimentarlo a base de biberones en una zona cerrada de la explotación. Desde el jueves, la cría bicéfala mostró síntomas de debilidad. La situación fue a peor y fue este viernes cuando Miguel Fuentes ha anunciado su muerte.

Este caso de policefalia se ha dado en una ganadería de vacuna de carne en extensivo de Piñuel, una pedanía de 63 habitantes que pertenece a la comarca de Sayago, al suroeste de la provincia de Zamora.

Nace un ternero bicéfalo en una granja de Zamora. El animal, que nació con dos bocas y cuatro ojos, sobrevivió al parto natural. Tras ser amamantado por su madre fue recogido por el ganadero dueño de la granja, que le ha alimentado con biberón desde entonces. Se trata de un caso pic.twitter.com/L3fw0eyRA8

— Carlos Villanueva (@mocaxtrema) May 10, 2024

"En los casi 48 años que llevo de ganadero jamás vi nada así. Algún becerro sin culo sí, pero como esto nada" ha dicho el vaquero de 64 años. Este alumbramiento se había convertido en todo un acontecimiento en la zona.

La vaca que dio a luz al ternero ha sido una de las 100 hembras reproductoras de la explotación zamorana. La hembra ya había tenido unos quince partos anteriores y siempre había criado a todas sus becerros y "no se ha muerto ninguno", ha señalado Fuentes Garrote. "El ternero estaba ya de pie y vi que había mamado", pero al rato se cayó y ya no volvió a levantarse.

Dos biberones: uno para cada boca

Desde que se quedó con el ternero, Miguel Fuentes lo estuvo alimentando a base de biberones, a veces hasta dos a la vez, uno para cada boca. En un principio, todo ha ido bien hasta que el jueves por la tarde comenzó a mostrar signos de debilidad. "Al principio tragaba bastante bien. Ahora lo que chupa por la boca lo echa por la otra", ha manifestado el ganadero. Este atípico ternero viene de una vaca de un cruce de raza Blonda con Limusina preñada de monta natural de un toro Limusín, según explica Fuentes.

"Seguramente se la llevará el camión que retira los cadáveres de las explotaciones, como hace con cualquier otra res muerta". Aunque Fuentes Garrote ha mostrado su predisposición a donar el ternero a la ciencia antes de que se lo lleve el transporte. "Imagino que es un caso digno de estudiar, con esos dos cerebros y cómo se compagina", termina.