Lo importante de la 'solución Camps'

No deberíamos insistir demasiado en el detalle sobre las formas de la dimisión del Sr. Camps y no porque la peripecia, jugosa periodísticamente y bastante mal ejecutada por parte del equipo del ex-president, no lo merezca sino porque hay mucho por hacer y cada vez con más urgencia y menos tiempo. Hay que destacar, sin embargo, de la dimisión del Sr. Camps que el proceso, una vez tomada la decisión –lo que le ha supuesto 2 años-, se precipita con rapidez y sin generar una situación social de abandono o desgobierno. Con la actual situación económica, con 600.000 ciudadanos valencianos en el desempleo, con el actual arco parlamentario con una oposición débil y fragmentada y en vísperas de las vacaciones de Agosto, sería una irresponsabilidad alargar el proceso de investidura del nuevo president. Espero por el bien del Sr. Camps, por el prestigio institucional del Consell y de la Comunidad Valenciana a que representa y por la calidad de nuestra democracia, que sea encontrado inocente. A ningún ciudadano que merezca este nombre y a ninguna sociedad avanzada conviene más un presidente condenado penalmente que una dimisión infundada. En otras ocasiones me he expresado favorable a que Camps dimitiera en un estadio muy anterior al actual y, por supuesto, sin suponerle culpabilidad alguna, si no exactamente al contrario: garantizándole la presunción de inocencia. Mi sugerencia de entonces se basaba en el daño que una actitud así le hace a la imagen de los partidos y de la política. La Comunidad Valenciana quedará a partir de la semana que viene bajo los criterios de un nuevo Honorable President, el Sr. Alberto Fabra. Ahora se trata, por tanto, de ponernos a trabajar coordinadamente y con empuje para mejorar nuestra situación económica, laboral e industrial. El exiguo grupo del PSPV no podrá articular ya el discurso de la corrupción y deberá ponerse a trabajar en el modelo de sociedad que quiere para los valencianos y en cuáles serán sus propuestas alternativas a la marcha del Consell. Y más vale que sean buenas de verdad porque el PP dispone de una mayoría parlamentaria muy poderosa a la que solo se podrá conmover con ideas buenas y eficaces en la actual coyuntura. Una oposición débil suele ser una mala noticia. En un caso como el de la Comunidad Valenciana, la carencia de oposición profesional y dynamica es un desastre social porque no permite el necesario juego democrático del debate, la negociación y el consenso. Desde luego, no olvido que fue el dictamen de las urnas con un apoyo muy mayoritario de la ciudadanía valenciana al PP y su candidato y una desafección lamentablemente histórica al PSPV. Así, pues, con un presidente dimisionario y debilitado por su situación jurídica, con una oposición poco estructurada y en medio de una crisis durísima en lo laboral, lo social y lo empresarial, lo importante de la “Solución  Camps” es una investidura inmediata y esperar que el nuevo President Fabra pilote la comunidad con rumbo claro y mano firme para el bien de todos los valencianos y valencianas. - Lea también: El sucesor Fabra, ante el 'marrón' de poner paz en el PP valenciano El caso de Camps fomenta el 'y tú más' entre el PP y el PSOE ZP no hace leña del árbol caído Confirmado: Camps irá a juicio Así sacudió Gürtel al PP valenciano y acabó con Camps