¡Es la economía, estúpido!

Pero después de un guión que ha pasado por las fases de negación, reconocimiento, parálisis y obediencia a Bruselas, Zapatero se va con un triste balance económico: en lo que respecta a los mercados financieros, la bolsa ha tenido un 2010 mediocre y más de lo mismo en 2011, con unos inversores tímidos que aprovechaban la incertidumbre y desconfianza para apostar a la baja. Desde que ganara las segundas elecciones en 2008, la bolsa española perdió un 21,9% de su valor: las principales compañías y bancos españoles del selectivo Ibex35 valen 80.000 millones de euros menos en capitalización bursátil. La famosa prima de riesgo, un concepto técnico que ha pasado a estar en el vocabulario corriente de los españoles, ha sufrido los mayores altibajos conocidos en la historia económica patria. El 22-M, fecha de las elecciones autonómicas y locales, la prima era de 240 puntos básicos y actualmente está en 340 puntos. Los manidos puntos básicos del diferencial con el bono alemán miden el riesgo que los inversores tienen que pagar para invertir lo mismo que si lo hicieran en Alemania, y éste ha superado los 300 puntos básicos. Es decir, nos cuesta más de un 3% en puntos porcentuales más, con respecto a nuestros homólogos alemanes, financiar nuestra deuda pública en los mercados. El consejero delegado del Banco Santander, Alfredo Sáenz, aseguraba esta semana que la elevada prima de riesgo de España provoca que el banco tenga que pagar unos 1.200 millones de euros anuales más que sus competidores, una situación que también ha influido a la hora de cerrar el grigo de créditos a empresas y particulares. Moody's no se fía de las autonomías del PSOE y del PP Y es que el encarecimiento de la financiación en el exterior tiene consecuencias muy importantes, porque supone un sobrecoste para todos los bancos y empresas españolas, además del Gobierno, a la hora de pedir dinero al exterior. Además, aleja a los inversores con perfil conservador, porque crece la desconfianza en las posibilidades de devolución de la deuda. El comunicado de la agencia de calificación de riesgos Moody's alimenta de nuevo la desconfianza en la recuperación de la economía española. Moody's ha situado la calificación de la deuda española (Aa2) y de algunos bancos en "revisión para una posible rebaja" debido a las presiones de financiación a las que se enfrenta el Gobierno español. La agencia advierte de que la crisis española  puede verse agravada por el impacto del nuevo acuerdo de ayuda a Grecia, así como por los retos para el plan de consolidación fiscal del país que representan las débiles perspectivas del entorno económico y la situación de varias comunidades autónomas. De hecho, ha rebajado un escalón la calificación de Castilla-La Mancha, Murcia, Comunidad Valenciana, Cataluña, Andalucía y Castilla y León, y ha puesto en revisión la de Extremadura, Galicia, Madrid y País Vasco. A favor de Zapatero hay que decir que el castigo incluye a comunidades gobernadas por el PP, tanto en la época de bonanza como en la crisis: Valencia, Murcia o Castilla León. Reformas empantanadas En el capítulo de reformas, -exigidas en mayo de 2008 por Bruselas en una especie de economía oficiosamente intervenida tras la parálisis del Gobierno ante una crisis anunciada en 2007-, no se han culminado todas y sí se han cerrado algunas en falso, a pesar de los siete decretos publicados y lo que se vino a llamar el Pacto de Zurbano, para intentar replicar con el PP los Pactos de la Moncloa. La reforma de las pensiones se ha quedado en un retraso de la edad de jubilación y un abaratamiento de la jubilación final sin que se hayan planteado fórmulas de capitalización alternativas serias. Y la laboral no ha tocado la reforma de los contratos de trabajo, los fondos de indemnización  y sí ha planteado un despido más barato que no convence a nadie. En lo que respecta a la negociación colectiva, el culebrón entre empresarios y sindicatos a cuenta de la negociación fue un triste espectáculo que devino en una reforma de mínimos, que también quedó supeditada a un nuevo diálogo. Falta también terminar la reestructuración del sector financiero, objetivo que estableció en septiembre, con el fin del proceso de capitalización de entidades. Las otras son que el Ejecutivo tiene que actuar "en la misma línea y con la misma determinación" para cumplir con su compromiso de reducción del déficit público al 6% en 2011 y que los países europeos tienen que abordar a la mayor brevedad para que tomen nota los mercados,como dijo en el último pleno del Congreso celebrado esta semana, antes de confirmar el adelanto de las elecciones. Es decir, habrá que recortar aún más los gastos, después del famoso recortazo con congelación de pensiones y de salarios públicos de junio, única reforma económica que ha dado frutos inmediatos al recortar nominalmente el gasto del Estado. Sí ha fracasado en su intento de meter en cintura el descontrol autonómico que ha causado otra amenaza de la agencia Moody's de recortar la calificación de la deuda española y el sector bancario. Se ha cumplido con el déficit En el lado positivo, sí hay que recordar que se han puesto en marcha las últimas privatizaciones para liberalizar servicios, como la de Loterías del Estado y Aena. Y lo más importante,se ha logrado cumplir con el objetivo de déficit público,la espada de Damocles que Bruselas dictaminó para meter en cintura los presupuestos fiscales de los países díscolos. Los datos correspondientes al semestre de 2011 confirman que el objetivo para este año, al igual que en 2010, se cumple, aunque la letra pequeña dice que no se hace en lo que respecta a los ayuntamientos y autonomías El entorno no ayudó La situación de riesgo tanto en Europa, con el segundo rescate griego justo antes de otoño, como en EEUU (al borde de la quiebra) son factores exógenos que también han pesado en la decisión del presidente, con un país muy debilitado para aguantar otro tsunami económico y financiero como el de 2007. Tampoco las economías vecinas están para echar cohetes: la recuperación alemana no está tan clara, con datos de PIB y demanda erráticos al igual que la francesa, y además ambos tienen comprometida un monto importante de inversión en deuda griega. La asimilación de España al grupo de los países periféricos Iirlanda, Grecia, Portugal e Italia), conocidos como PIGs, ha servido para que los especuladores se cebaran con nuestra imagen, ayudados por la canciller alemana Angela Merkel, cuando los indicadores de déficit público y deuda son claramente mejores, incluso frente a Francia o Alemania en el caso del porcentaje de deuda sobre PIB. Pero la presidenta alemana está mas pendiente de un electorado que culpa al sur europeo de su crisis, que de salvaguardar y reforzar un mercado europeo que compita con el creciente poder chino. Lea también: La 'tenaza' Moody's pone de los nervios el riesgo de invertir en España a 350 puntos Crece la presión de los bancos para clarificar la situación política Fuerte división de opiniones mediática sobre el 'apaño' de la deuda autonómica El Gobierno presenta los Presupuestos de 2011 del 'recortazo' y el 'impuestazo'