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Un respiro para reducir un déficit de 2,5 billones de dólares

Las claves del acuerdo para que EEUU pueda renegociar su deuda

Las claves del acuerdo para que EEUU pueda renegociar su deuda

martes 02 de agosto de 2011, 13:44h

Los líderes del Congreso y la Casa Blanca han llegado a un acuerdo para elevar el techo de la deuda y evitar así que el país entre en suspensión de pagos el 2 de agosto. Pero este cheque de dinero para que el Gobierno estadounidense pueda pagar sus compromisos en lo que queda de año, va a obligar al presidente Obama a un fuerte recorte de gastos para aligerar el peso de una deuda 'billonaria', en un plazo más cómodo: diez años. De momento, se recortan tres billones de dólares y no se descartan futuras subidas de impuestos, pese a la oposición de los republicanos.

El plan, que aún debe ser votado en ambas cámaras del Congreso, fue considerado por la Casa Blanca "un triunfo para la economía y la disciplina presupuestaria", y no está desprovisto de elementos polémicos, como el primer gran recorte al presupuesto de Defensa desde los años 90. El plan pasa primero por la elevación del techo de la deuda. Así, el presidente autoriza al Congreso a elevar el techo de la deuda por un valor mínimo de 2,1 billones de dólares. Esto garantiza que el límite no deberá alzarse de nuevo hasta 2013, para evitar nuevas luchas bipartidistas en el tramo final de la campaña electoral y no perjudicar la recuperación económica. Se explicita una reducción del déficit en, al menos 2,5 billones de dólares durante los próximos 10 años. Para hacerlo, el acuerdo impone un recorte inmediato del déficit por valor de más de un billón de dólares, basado en varios ejes: El ahorro de más de 900.000 millones de dólares a lo largo de una década en gastos domésticos no imprescindibles. Esto reducirá el gasto doméstico anual al nivel más bajo desde la presidencia de Dwight Eisenhower (1953-1961). Un recorte de 350.000 millones de dólares al presupuesto base de Defensa, que supone el primer golpe a las arcas del Pentágono desde los años 90 y que se aplicará de acuerdo con una revisión de las misiones de Estados Unidos. De esta forma, no se toca gasto social en profundidad  y se extiende el límite de deuda por una cantidad similar, lo que le permite al Gobierno pagar sus facturas por lo que queda de año. Simultáneamente, se pone en marcha una comisión bipartidista con plenos poderes para decidir recortes suplementarios en torno a los dos billones de dólares. La cifra que finalmente decida esa comisión tendrá que ser aceptada sin enmiendas por el Congreso este mismo año y, entonces, se elevaría de nuevo la deuda de forma automática por la misma cantidad que los recortes que se fijen. De esta manera, los republicanos consiguen imponer su principio de que la deuda, que actualmente asciende a 14,3 billones de dólares, no aumenta ni un dólar por encima de la reducción del déficit. Y Obama obtiene dinero para que la Administración siga funcionando normalmente hasta el final de su mandato. El poder del comité bipartidista Este nuevo comité bipartidista en el Congreso se encargará de presentar antes de noviembre un plan que reduzca el déficit en 1,5 billones adicionales. El Congreso deberá votarlos antes del 23 de diciembre de 2011. El acuerdo incluye un mecanismo para asegurar que antes de 2013 se consigue al menos una reducción del déficit de 1,2 billones de dólares. Esa cláusula contempla un recorte dividido entre programas civiles y de defensa y no afectará a la Seguridad Social. Además, incentiva las negociaciones en el comité bipartidista para encontrar nuevos medios para reducir el gasto y actualizar el plan. De no tomar ninguna acción, el mecanismo agregará automáticamente otros 500.000 millones en recortes al presupuesto de Defensa, y recortará programas de infraestructura y educación, entre otros. El mecanismo entra en vigor el 1 de enero de 2013, el mismo día que caducan los recortes de impuestos a los altos ingresos que aprobó George W. Bush y que Obama extendió el pasado diciembre.En caso de que el presidente considere que el plan no es equilibrado, decidirá no extender esos recortes de impuestos y sumará así alrededor de 1 billones de dólares a la reducción del déficit, según la Casa Blanca. Reforma fiscal En la segunda fase de la reducción del déficit, el comité bipartidista considerará poner en marcha una reforma fiscal para poder aumentar los impuestos, algo que rechazan los republicanos, al tiempo que considera cambios a programas sociales, a lo que se oponen los demócratas. El martes se cumple el plazo para elevar el techo de la deuda fijado por el Departamento del Tesoro, que ha advertido que el Gobierno habrá superado entonces su límite de endeudamiento de 14,29 billones de dólares, y se quedará, por tanto, sin fondos suficientes para hacer frente a todas sus obligaciones. Lea también: Opinión: USA: un ejemplo a evitar, por Enrique Gomáriz Claves de la votación del acuerdo de deuda en EEUU Batacazo de las bolsas a pesar del respiro inicial  Obama y el mundo respiran: hay acuerdo
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