Londres vive su segunda noche consecutiva de violencia

Una protesta pacífica por la muerte a tiros de un individuo de 29 años en el área de Tottenham, en el norte de Londres, degeneró en enfrentamientos el sábado, cuando los manifestantes incendiaron un autobús de dos pisos, destruyeron patrullas y destrozaron un centro comercial en el distrito vecino de Wood Green. Nuevos disturbios estallaron la noche del domingo en Enfield, a unos 8 kilómetros al norte de Tottenham. La televisión mostró imágenes de agentes antidisturbios y policía montada patrullando las calles, así como de vitrinas destrozadas y de policías con perros mientras detenían por lo menos a un hombre. También se reportó que un carro de policía fue objeto de vandalismo en Enfield. El canal de televisión Sky News informó que varios cientos de jóvenes estaban en las calles causando problemas. "Tenemos recursos adicionales de guardia en las calles esta noche en toda la capital", dijo la comandante de la policía Christine Jones. "Estamos vigilando cuidadosamente cualquier información de inteligencia y asegurándonos de que tenemos nuestros recursos en los lugares correctos. Nadie quiere ver una repetición de las escenas que presenciamos anoche en Tottenham", añadió. En medio de la violencia del sábado, varios edificios fueron incendiados. Imágenes de televisión mostraron el autobús de dos pisos envuelto por una bola de fuego y la policía montada a la carga a través de las calles en un intento de restaurar el orden. Las autoridades informaron que 26 agentes resultaron heridos, la mayoría aparentemente con lesiones menores, y la policía hizo 55 arrestos, incluyendo cuatro el domingo. La mayoría de las detenciones fueron por robo; otros delitos incluyeron desórdenes violentos, asalto, hurto y manejo de bienes robados. El departamento de bomberos de Londres dijo que tuvo que combatir 49 incendios "primarios" en Tottenham. Ningún bombero resultó herido. En los sitios de redes sociales en línea abundaban los rumores de otros disturbios que estaban comenzando o planeados en otras zonas de la ciudad, pero la policía advirtió a la opinión pública no confiar en todo lo que veía en internet, y agregó que los agentes también mantenían una estrecha vigilancia sobre lo que se decía en la red. La violencia ha proyectado una sombra sobre una ciudad que prepara para acoger los Juegos Olímpicos de 2012.