No a las Diputaciones, sí a las mancomunidades

Dice el dicho popular aquello de "nunca digas de este agua no beberé y este cura...", pero la política hace que los dirigentes cambien de chaqueta bastante a menudo según soplen los vientos. Es lo que le ha pasado a Pepe Griñán en estos últimos años. Si hace tan sólo ocho meses el PP le hubiese pedido que eliminase las diputaciones provinciales, se hubiera llevado las manos a la cabeza argumentando que era una auténtica locura de la derecha fascista. Resulta que ahora, cuando el PSOE ha perdido la mayoría de ellas y en Andalucía sólo gobierna en dos de las ocho, al candidato a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, se le ocurre proponer la desaparición de los organismos provinciales que, casualmente, están ahora en manos del PP. Y Griñán calla y otorga, faltaría más. Claro que como para hacerse con la Presidencia de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) necesita el apoyo de las mancomunidades gobernadas por IULV-CA, resulta que éstas, que sí que no sirven absolutamente para nada ya que no hacen sino duplicar y hasta triplicar competencias y gastos de ayuntamientos, diputaciones y Junta, son necesarias. Sobrar, sobrar, lo que se dice sobrar, aquí sobran muchos mangantes que llevan demasiados años viviendo tan ricamente del presupuesto y de los impuestos que pagamos todos los andaluces. Y que están en la Junta, en los ayuntamientos, en las diputaciones y, por supuesto, en las mancomunidades. Que se lo pregunten si no a los de la Costa del Sol.