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Aquí nadie da la talla

miércoles 17 de agosto de 2011, 08:57h
Creo que el ínclito Manuel Pastrana, secretario general de la UGT andaluza, acaba de aportar la clave de lo que está pasando en los últimos tiempos. La falta de talla de los diversos líderes políticos y económicos que abanderan las fuerzas sociales de nuestro país. Dice Pastrana que los representantes empresariales en Andalucía, vulgo CEA,  "no han dado la talla en ningún momento desde que comenzó la crisis". No le falta razón. Porque efectivamente la CEA no ha dado la talla contra la crisis, como no la ha dado ni la UGT ni CC...OO. Ni el PSOE ni el PP ni ningún partido político del espectro parlamentario andaluz o nacional. Añade el dirigente sindical andaluz que el VII Acuerdo de Concertación "sufre la parálisis y la falta de ideas y de iniciativa que transmiten los representantes de los empresarios", toda vez que, a su juicio, los empresarios "pretenden considerar la Concertación como una vía para mantener el clientelismo ante la Administración autonómica". Es verdad. Pero, seamos serios, Pastrana, ahí, y UGT la primera, todos trincáis, empresarios y sindicatos. Solo basta echar un vistazo al Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA). El tan cacareado, por la Junta y el PSOE, VII Acuerdo de Concertación, firmado a finales del pasado año entre la Administración andaluza (José Antonio Griñán), la CEA (Santiago Herrero), UGT-A (Manuel Pastrana) y CC.OO.-A (Francisco Carbonero), dotado con varios millones de euros y que iba a ser clave para crear empleo en éste y los próximos años, no ha hecho sino seguir subvencionando con dinero público los cursos de formación de empresarios y sindicatos y engordando la mamela de unos y otros sin crear un solo puesto de trabajo nuevo. Ha sido más de lo mismo a lo que nos tienen acostumbrados los llamados agentes sociales. Mas nos valdría a todos, Manolo Pastrana, ver la viga en el ojo propio a la vez que contemplamos la paja en el ajeno. Y si los empresarios y los sindicatos andaluces no dan la talla, no digamos ya lo que les ocurre a los líderes políticos, enfrascados en una endogamia maniquea que a nada conduce mientras los andaluces asisten -asistimos- al lamentable espectáculo del "y tú más". Uno se da una vuelta por el Parlamento andaluz y se le caen los palos del sombrajo. Y echa de menos a Julio Anguita, a Angel López, a Arenas del Buey, a Pedro Pacheco, a Felipe Alcaraz, por poner sólo algunos ejemplos, cuando escucha a los actuales portavoces de los tres partidos representados en la Cámara. Hay escasa talla política en las Cinco Llagas y sólo Arenas y Griñán destacan entre una camarilla de mediocres parlamentarios. Llama la atención que en el Grupo Socialista cobren presencia institucional personajes tan  cutres como Mario Jiménez o Susana Díaz mientras antigua y buena parlamentaria como Pepe Caballos están sumidos en el ostracismo. Es la moda de los "griñaninis" y, por qué no decirlo, también de los "arénanos". Ahora parece que lo importante para Andalucía es que la fecha de las elecciones sea en marzo, como quiere el PP, o en mayo, como pretende Griñán. No, hombre, no. Lo ideal es que fuesen ya, en noviembre o antes si fuera posible. Sería la única forma de acabar de una vez con este duerme vela en el que estamos sumidos por culpa de un Gobierno sin ideas y sin proyectos de futuro que sigue dando dinero a esperutas a empresarios y sindicatos para que no le monten números en la calle. Mientras, el millón de parados andaluces sigue a la espera de ver para qué sirve una consejería, la de Empleo, cuyo mayor logro político en los últimos años ha sido el de subvencionar con muchos millones de euros más de un centenar de EREs fraudulentos. Así nos va.
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