Se cumple un año de la masacre de Tamaulipas

El testimonio de Luis Freddy L., el sobreviviente ecuatoriano de 18 años, ayudó a los  infantes de marina del municipio de San Fernando a localizar el sitio de la matanza, ocurrida entre el 22 y el 23 de agosto, a unos kilómetros de la frontera mexicana. Entre los migrantes asesinados estaban cuatro ecuatorianos;  2 mujeres y 2 hombres, sus nombres: Telmo Leonidas Yupa, (Chunchi Chimborazo) Elvia Pasochoa, Maria Tipantaxi (Quisapincha,Tunguragua) y Christian Caguana (Azuay). El grupo de Los Zetas ejecutó a  58 hombres y 14 mujeres. Los cadáveres con impactos de bala, las manos atadas y los ojos vendados, quedaron tendidos en el suelo junto a la pared en una construcción abandonada. Según las primeras investigaciones, los migrantes fueron asesinados porque luego de ser secuestrados no pagaron el dinero que les exigían para dejarlos libres y también se negaron a formar parte del grupo criminal. Las víctimas, según recoge la prensa internacional, partieron de Veracruz el 21 de agosto con la intención de pernoctar en algún poblado de Tamaulipas. Antes de llegar a San Fernando fueron interceptados por un grupo de sujetos armados quienes les obligaron a brindar “información” sobre parientes en Estados Unidos, y les exigieron dinero a cambio de su libertad. Ante las negativas eran golpeados. Por el testimonio del testigo los captores ofrecieron el “ingreso” al cartel, aunque no está claro el propósito. Se estima que la masacre ocurrió entre el domingo 22 y el lunes 23 de agosto. El 10 de septiembre, el presidente mexicano Felipe Calderón anunció la captura de ocho sujetos y la muerte de seis participantes en la masacre. La fiscalía ofrece recompensas por otros tres, entre ellos Román Rincones, “El Coyote”, supuesto jefe de Los Zetas en San Fernando. En abril pasado, en esa misma región, aparecieron 47 fosas con otros 193 cuerpos.