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Piden tres años de cárcel para dos médicos por la muerte de una joven tras un aumento de pecho

sábado 01 de octubre de 2011, 14:30h
El fiscal pide para dos médicos un condena de tres años de cárcel y pagar una indemnización de 300.000 euros por la muerte de una chica de 21 años tras una operación de aumento de pecho. Al parecer, sufrió una parada cardiorrespiratoria en la UCI, que no fue advertida hasta media hora después, "porque nadie le había monitorizado ni vigilado".    En concreto, el médico responsable de la UCI el día en el que fue intervenida y la anestesista han sido acusados por un delito de homicidio por imprudencia grave. Por su parte, el abogado de la familia, Fernando Molina, eleva la pena de cárcel a cuatro años y la indemnización a más de un millón de euros.    La intervención tuvo lugar el pasado 1 de octubre de 2007, en la Clínica Salus de Benalmádena (Málaga), donde le realizaron el implante de prótesis mamarias que había contratado con la Clínica Estética Dorsia y por la que iba a pagar 5.000 euros. Tras más de dos horas de en el quirófano, la operación se desarrolló sin incidencias.    A su término, la anestesista acusada la trasladó a la UCI. Según relata el fiscal en su escrito de acusación, la anestesista dejó a la chica en dicha unidad y "se marchó sin proceder a su monitorización, ni asegurarse de que la paciente se encontrara asistida, ni ordenarle a otra persona que lo hiciera". El Ministerio Público añade que el otro acusado, el médico que se encontraba ese día a cargo de la UCI, "tampoco" lo hizo.    Según relata el diario 'Sur', la anestesista regresó a la citada unidad "media hora después" del ingreso para comprobar el estado en el que se encontraba la joven, hallándola en parada cardiorrespiratoria, por lo que procedió a iniciar las maniobras de reanimación. Mientras, la enfermera y la auxiliar llamaron al médico, que no estaba en ese momento en la unidad.    La reanimación fue continuada por el facultativo, que se prolongó por "menos de 10 minutos hasta que lograron recuperar el ritmo cardíaco de la paciente". Sin embargo, la chica ya había sufrido "daños neurológicos irreversibles", quedando en estado de coma, en el que permaneció dos años y medio hasta el día de su muerte, el 26 de marzo de 2010.    Según los padres de la joven, que sostienen que la muerte de su hija "no fue un accidente", al cabo de dos meses recibieron un anónimo. Un trabajador de la clínica les reveló que la operación fue bien, pero que después en la UCI se había cometido una negligencia.     Así, consideran que "intentaron taparlo" y aseguran que "nadie les dio una explicación de lo sucedido". Por ello, han decidido denunciar: "ahora lo que queremos es justicia, que estas personas vayan a la cárcel, para que esto no vuelva a ocurrir, porque el dinero no nos devuelve a nuestra hija".
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