Steve Jobs, el fundador de Apple y una figura icónica que transformó los hábitos de consumo de varias generaciones con productos como el iPod, el iPhone o el iPad, falleció el miércoles a los 56 años, según informó la compañía en un breve comunicado.
"Apple perdió un creativo y visionario genio, y la humanidad perdió a un ser humano maravilloso. Aquellos que fueron lo suficientemente afortunados para trabajar con él perdieron a un gran amigo y un inspirador mentor. Steve deja atrás una compañía que sólo él podía construir, y su espíritu estará por siempre en la fundación de Apple", reza el mensaje publicado por la firma en su web, donde una gigantesca imagen de Jobs aparece al lado de la leyenda "1955-2011".
Además, la empresa puso a disposición de los fanáticos una dirección de correo electrónico para que puedan expresar sus sentimientos. "Si usted desea compartir sus pensamientos, recuerdos y condolencias, por favor envíe un email a
[email protected]".
"Estamos profundamente entristecidos por anunciar que Steve Jobs falleció hoy", anunció el directorio de la empresa mediante un comunicado. "La brillantez de Steve, su pasión y energía fueron la fuente de incontables innovaciones que enriquecen y mejoran todas nuestras vidas. El mundo es inconmensurablemente mejor debido a Steve", indicaron.
"Su gran amor era para su mujer, Laurene, y su familia. Nuestros corazones están con ellos y con todos los que fueron alcanzados por sus extraordinarios talentos", manifestaron los líderes de la compañía.
La muerte de Jobs se produjo un día después de que Apple presentara el nuevo iPhone 4S en su sede central de Cupertino, en el estado de California.
Nacido el 24 de febrero de 1955 en San Francisco, el ejecutivo había superado un tumor cancerígeno en el páncreas en 2004, un trasplante de hígado en 2009 y este año fue visto en centros para pacientes de cáncer, si bien nunca se confirmó que se le hubiera reproducido la enfermedad.
En 2011 se presentó muy poco en público y reapareció para la presentación del iPad 2 el pasado mes de marzo, un evento en el que fue recibido con una sonora ovación y en el que se mostró extremadamente delgado.
El pasado 24 de agosto presentó su renuncia como director general de Apple para concentrarse en su batalla contra el cáncer, y cedió la gestión cotidiana de la empresa, pero siguió siendo el presidente de su junta directiva.
