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Las instalaciones ya acumulan 230.000 toneladas de tóxicos, según los socialistas

El PSOE pide que la incineradora de Valdemingómez cierre en 2010

sábado 21 de julio de 2007, 12:00h
El Grupo Municipal Socialista ha presentado alegaciones contra la autorización de funcionamiento del vertedero de cenizas de la Incineradora de Valdemingómez hasta 2020, solicitada al Gobierno regional por la empresa que lo explota.
Según indicó el PSOE en un comunicado, durante sus ocho años de vida estas instalaciones han acumulado más de 230.000 toneladas de cenizas calificadas como tóxicas por la legislación nacional y comunitaria en sus 8,8 hectáreas de superficie.

El concejal socialista Pedro Santín ha explicado que "si se obtiene tal autorización, en 2020 se habrán acumulado 620.000 toneladas de cenizas", con las que podría cubrirse la superficie equivalente a 60 campos de fútbol. "Hemos pedido que se clausure en 2010 y no en 2020, como quieren la empresa y el Ayuntamiento de Madrid", concretó Santín, quien apuntó que así el volumen final de cenizas tóxicas se reduciría a la mitad y se evitaría que los altos niveles de concentración contaminaran "de forma irreversible el suelo, los acuíferos y el aire de la zona", agregó.

El Grupo Socialista pide en sus alegaciones que se refuercen las medidas de seguridad del depósito de cenizas, especialmente la impermeabilización del depósito, para evitar que el lixiviado procedente de las aguas pluviales con las cenizas se filtre a las aguas subterráneas y al río Manzanares, "dado que el subsuelo está compuesto por terrenos arcillosos y yesíferos", explican.

Santín subrayó que las filtraciones pueden tener efectos muy negativos para la agricultura, la fauna de la zona (entre la que destaca la cigüeña negra, una especie protegida) e incluso para las personas que podrían consumir agua procedente de pozos.

El concejal socialista criticó la política de concentración indiscriminada de vertederos e instalaciones contaminantes y malolientes que a su juicio está llevando a cabo el alcalde de la capital, Alberto Ruiz Gallardón en el sur de Madrid, especialmente en la comarca de Valdemingómez. "Hemos pedido más control de las emisiones de sustancias peligrosas como el arsénico, el plomo y las dioxinas emitidas por este depósito de cenizas, pero sospechamos que esto será inútil mientras se sigan construyendo más escombreras, ceniceros y vertederos en esta zona tan castigada de Madrid", concluyó Santín.
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