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Venció a Jamaica por 2 goles a 1

sábado 28 de julio de 2007, 02:23h
La selección de Ecuador, con mayoría de jugadores sub 17, alcanzó hoy su primer éxito internacional al colgarse el oro de Río 2007 tras doblegar a la de Jamaica, integrada por futbolistas sub 20, en una final muy deslucida, que se decidió en los últimos minutos.
Ambas selecciones intentaban conquistar hoy el primer oro de su historia en el fútbol de los Panamericanos. Era una final inédita e inesperada, así que el ambiente de Maracaná no se asemejaba al de las grandes ocasiones.
Jamaica afrontaba el partido con los mejores registros del torneo, con siete goles marcados y ninguno encajado. De entrada, los caribeños contaban con el mejor goleador de la competición, Kemmar Daley (cuatro tantos) y una ventaja en la edad de sus futbolistas, la mayoría de 19 y 20 años, contra los sub 17, con sólo dos excepciones, de los ecuatorianos.
Ecuador, tan nueva en la elite como su rival, recibía el aliento del público, pero el partido se puso muy pronto de cara para los jamaicanos, ya que, con todo aún tanteándose, el jugador del Portomore United Eric Vernon se fue como una gacela por la banda derecha y batió a Máximo Banguera con un "zapatazo" espectacular. Sólo se habían cumplido cinco minutos.
Fue un claro error de aplicación de la zaga ecuatoriana, a cuya fortaleza se había "agarrado" el equipo amarillo para alcanzar esta final por encima de algunos rivales mucho más mediáticos y teóricamente más potentes.
Ecuador intentó reponerse de ese derechazo en frío y en plena mandíbula, pero Jamaica aparecía más fuerte durante los primeros minutos, ya que la diferencia de tres años se ponía de manifiesto en las disputas individuales.
El empuje racial de los ecuatorianos y su presión asfixiante acabó por otorgarles claramente el mando del partido mediado el primer tiempo. Los tricolores, que tienen la virtud de rentabilizar sus acciones de ataque, encadenaron unos minutos de dominio incesante al que Fidel Martínez pudo ponerle "la guinda" de haber transformado en gol la mejor jugada del encuentro, que finalizó en un remate de pura fantasía (con el tacón derecho).
Jamaica, que tuvo tres ocasiones seguidas en la primera jugada de la segunda parte, intentó nadar y guardar la ropa. Su fútbol, lejos de ser brillante, buscó el pragmatismo y bajo esa premisa rentabilizó al máximo sus virtudes hasta que el ecuatoriano Jefferson Montero equilibró la balanza a ocho minutos del final.
Cuatro minutos después, un penalti dudoso sobre Wilson Folleco, transformado por Edmundo Zura, terminó de cambiar drásticamente el marcador y, por supuesto, el estado del partido.
Ecuador alcanzaba, en un abrir y cerrar de ojos, su instante de gloria en lo que ya es su mayor logro en competiciones internacionales y que hasta ahora fueron el segundo puesto en el Sudamericano sub 17 y un quinto del Mundial de la categoría.
En la autoestima de los ecuatorianos, que subieron de la mano a lo más alto del podio, debe pesar, además, el hecho de haber protagonizado en Río 2007 la gran campanada del torneo futbolístico, al eliminar a los anfitriones en su mejor encuentro (4-2).
Jamaica se fue triste, dejó escapar una medalla de oro de la forma más dolorosa, pero es que tampoco hoy los caribeños estuvieron a su nivel habitual. Siempre les quedará Río... y el consuelo de la plata.
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