Ian Gibson cree bueno para la convivencia retirar la estatua de Franco

Gibson destacó que, a su llegada a Santander, donde imparte un curso en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), se encontró "con sorpresa" con el monolito que en el Sardinero recuerda la participación de los aviadores italianos en la Guerra Civil española.

En ese sentido, el historiador de origen irlandés enfatizó que no es partidario de la "destrucción" de estos símbolos, sino de su traslado a una instalación que definió como "un parque temático de la simbología fascista".

Gibson se mostró especialmente ofendido por la inscripción que en Granada conmemora la figura de José Antonio Primo de Rivera, algo que calificó de "bochornoso". "En Granada fusilaron a 8.000 personas y no hay ninguna inscripción de Federico García Lorca", un personaje que este historiador nacionalizado español calificó como su "gran héroe".

'Magnanimidad'

El historiador explicó el éxito de ventas de los autores de la vertiente historiográfica que abogan por una revisión de la Guerra Civil española en que "la ultraderecha compra estos libros" que tienen un "público asegurado", mientras que la izquierda "está divida, tiene más matices".

"Por ejemplo, un libro de Pío Moa tiene un ventas seguras, pero un libro de un joven historiador como Reig Tapia no tiene la misma venta porque no todo el mundo del otro bando compra todos los libros que van saliendo. Pío Moa tiene un mercado asegurado, como César Vidal", indicó.

El historiador especializado en la Guerra Civil pidió a la derecha "magnanimidad". "La derecha tiene que ser magnánima con los perdedores. Si yo tuviera un abuelo enterrado en una cuneta, yo lo buscaría, y eso lo tienen que entender todos los cristianos", explicó Gibson, que cifró en 40.000 personas el número de fallecidos en la contienda bélica que se encuentran enterrados en fosas comunes o en paradero desconocido.

"Franco tuvo 40 años para desenterrar a los suyos y ahí está el Valle de los Caídos o la Cruz de Paracuellos", recordó. Gibson defendió el "derecho" y la "obligación moral" de los descendientes de los fallecidos a "buscar a sus asesinados". "Hasta que no se haga, este país no estará en paz consigo mismo", apuntó.

'Ley'

Gibson confió en que la Ley de la Memoria Histórica en la que trabaja el Gobierno socialista pueda aprobarse el próximo mes de septiembre y que, con la inclusión de las enmiendas de Izquierda Unida, pueda ser una ley "realmente progresista". "El asunto va bien encaminado pese a la crispación del PP", aseveró. "Yo no soy revanchista ni tengo sed de venganza. Tengo sed de justicia, es una cuestión de decencia humana", precisó el hispanista.

Abogó además porque la Ley recoja el derecho de los descendientes a recabar información sobre los procesos judiciales de la época y los nombres de los jueces que dictaron las sentencias, un acceso que, defendió, tendría carácter "individual". "Es fundamental el acceso personal a la documentación", arguyó. "Creo que es mi derecho poder ver como fue el fusilamiento de mi abuelo", apostilló.

Gibson es el protagonista esta semana de los encuentros de la UIMP 'El autor y su obra', bajo el título 'Andanzas biográficas por tierras de España', una participación que, aseguró, le resultaba 'violenta' por estar centrada en su persona y su obra. Aún así, confesó, la aceptó por el "encanto" del Palacio de la Magdalena, que calificó de "templo de la cultura" y al que alabó porque "por él han pasado todos, Lorca incluído, con su barraca", concluyó.