Como consecuencia de su explosión, el balcón de la sede de UPN, situada en la calle Cuatro Esquinas, quedó completamente calcinado y se rompió una de las persianas del inmueble.
La Delegación del Gobierno en la comunidad expresó su más rotunda condena a este acto de 'kale borroka' y expresó su solidaridad con el partido y sus militantes. Además, defendió que este tipo de ataques son "absolutamente estériles" y un "vano intento de condicionar la actividad de los agentes políticos, económicos y sociales".
En estos momentos la Guardia Civil se encuentra investigando en el lugar de los hechos y recabando el testimonio de vecinos de la zona para esclarecer los hechos y denunciarlos ante la Audiencia Nacional. Esta "intensa y compleja labor" ha permitido este año interponer 40 denuncias por desórdenes públicos y daños.