Así, en 2006, 514 personas requirieron asesoramiento del Programa de Mayores en Riesgo, el cual está dirigido a los mayores de 65 años sin compañía y a los mendigos de más de 60 años, y 165 expedientes fueron abiertos.
De esta manera, el balance señala que una media de entre 6 y 7 casos tienen lugar cada semana en la ciudad, y que durante los siete primeros meses de este año, más de 205 personas ya han solicitado información del proyecto.
Por este motivo, durante 2007 se han abierto 168 informes, de los que 38 siguen activos por estar pendiente la adjudicación de plaza en residencia o la comparecencia en el juzgado para su posterior ingreso.
El SAMUR social ofrece programas para los 131.011 madrileños mayores de 65 años que viven sin compañía y para los habitantes de la región de más de 60 años que no tienen hogar, con el objetivo de prestar atención a estas personas que sufren una situación de "riesgo social".
La unidad de servicios sanitarios presta el servicio a este colectivo de mayores de 65 años sin compañía, donde el 81,7 por ciento son mujeres, y que, en la mayoría de los casos, sufren "una soledad acompañada a veces, de aislamiento social, desnutrición, abandono personal, mal estado de la vivienda, deterioro físico y psíquico", circunstancias que agravan la condición de desamparo.
La situación de este sector de la población, exento de apoyo familiar, se agrava cuando los afectados presentan trastornos mentales y de edad avanzada, ya que estos casos suponen "importantes limitaciones físicas y falta de habilidades para manejarse en la vida diaria". Por ello, en una primera fase de la intervención del programa, pueden rechazar los servicios de atención social.
El otro segmento de la población al que se dirige esta iniciativa, lo integran los mayores de 60 años que viven en la vía pública, y que se definen, en el marco de la Red de Atención a Personas Sin Hogar, como "ancianos prematuros". Estas personas habitualmente se niegan a recibir atención social y sanitaria en los primeros contactos y suelen presentar un elevado grado de deterioro psíquico y físico.
En este sentido, el proyecto, que desarrolla un programa específico para estos dos colectivos, dispone de un equipo especializado formado por dos trabajadoras sociales, que actúa como coordinador con los organismos e instituciones que intervienen en estos casos dentro de la Comunidad.
Entre las organizaciones participantes en la iniciativa destacan el Servicio de Coordinación y Regulación de la Demanda de la Comunidad de Madrid, los Juzgados de Incapacidades, los Centros de Atención Primaria de Servicios Sociales y de Salud y los Servicios Regionales de Salud Mental.
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